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Madre. Con el corazón en la mano, rebosando alegría y palpitando virtud del agradecimiento que te debo, escribo esta carta porque Te Amo:

Madre, esta tarde recibí mi título de bachiller en uno de los mejores colegios de la ciudad. Gané una beca para estudiar medicina por ser el mejor graduado del país. Cursaré la carrera completa en medicina como siempre soñé. Y el ahorro programado que hiciste por años me servirá muchísimo ahora que residiré en otra ciudad para estudiar.

Mi padre, al que nunca conocí, te abandonó cuando yo apenas acababa de nacer. A tus dieciocho años me sostuviste en tus brazos y, desde ese momento, me llevaste en lo profundo de tu corazón. Y tú una adolescente, tan joven, tan frágil, no sabía qué hacer. Te mantuviste firme. No me abandonaste, y sorteando la rudeza de la vida me mantuviste siempre a tu lado.

Madre. A los nueve años te sorprendí desnuda en la habitación. Estabas frente al computador. Sorprendida saltaste, te abalanzaste sobre mí tomándome en tu regazo. Fuertemente me abrazaste. Una lágrima rodó por tu mejilla. Me pediste perdón. Y me explicaste la esencia de tu trabajo. Recuerdo que me describiste el acto mágico de tu cuerpo desnudo en el mundo virtual de la Internet. Me explicaste como eras el centro para que cientos de cibernautas te apreciaran y se complacieran de ti. Me lo revelaste con palabras simples que yo, tan pequeño e ingenuo, inmediatamente entendí. Y ahora, con el paso de los años, debo decirte Madre Querida, Madre Amada, que no tengo absolutamente nada que perdonarte. Tú no hiciste nada malo, fuiste una santa, mereces ser canonizada. Actuaste con cordura, sensatez e inteligencia para sacar adelante esta alma desamparada. Salvaste del abismo a un niño sin padre, un hijo sin futuro. Un ser que pudo terminar andando malos pasos por falta de oportunidades. Eres una Guapa Mamá, una guerrera de la vida, y te Alabo por no haber dado marcha atrás. No sientas vergüenza. Y no me pidas perdón. Hiciste lo que tenías que hacer. Te Amo.

Madre. Recuerdo que te encerrabas en la habitación mientras yo hacía las tareas. Al salir me abrazabas, revisabas mis deberes y luego me preguntabas ¿Qué quieres hacer hoy? Siempre me llevabas a comer helado, y si era fin de semana asistíamos al cine o al parque de diversiones. Fui un niño muy feliz por tenerte siempre cerca, siempre a mi lado. Nunca me dejaste con la vecina, o abandonado con familiares lejanos, como sí fue la suerte de muchos de mis compañeritos de colegio a los que recuerdo y de los que ahora nada sé.

Madre Gracias. Muchas Gracias. Seleccionaste bien tu trabajo, ahora lo entiendo. Eras dueña de tu tiempo y yo me vi beneficiado por ello. Te agradezco por regalarme tantas horas en el parque, las cosquillas con las que me hacías reír, no perdiste los detalles de mi personalidad cuando estaba creciendo. Gracias por haber asistido al partido de Fútbol cuando hice el autogol que nos eliminó del torneo. Me diste apoyo el día en que por primera vez temblé frente a una chica y que di mi primer beso.

Gracias Mamá. Madre Querida. Madre Amada. Gracias porque ahora iré a la mejor universidad del país. Muchas gracias Mami, de corazón Muchas gracias porque siempre estuviste en mi vida cuando te necesité.

PD: Gracias a la mamá modelo webcam, incansable y luchadora, por compartir su historia con nosotros. Juan Bustos.