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El trío entre mi jefe, mi pareja y yo

Confesiones SIN CENSURA

El trío entre mi jefe, mi pareja y yo

Desde que conocí a mi jefe, me atrajo su manera de ser, y sentí deseo por él, aunque sabía que no podía pasar nada. Yo en ese tiempo tenía una relación. Fueron pasando los días, que se convirtieron en meses y que cargaban más mi imaginación de deseos de tocarlo y sentirlo en mi piel.

Una noche, cuando llegó un mensaje a mi celular, era de parte de mi jefe felicitándome por mi gran desempeño laboral. Yo le di las gracias y la verdad, estaba extasiada solo con su saludo, tanto que, busqué la manera de continuar la conversación con él hasta hacerla cada vez más picante. Él respondió como yo quería, se sentía la lujuria de nuestras palabras.

Esa noche, decidimos hacer una video llamada, y jamás pensé seducirlo a tal punto, de llegar al sexo telefónico. Estaba consciente que después de aquella noche las cosas serían diferentes entre nosotros, yo quería sentir cada parte de su cuerpo sobre mi piel, pero no quería conformarme con sentirlo en mí, quería más que eso, quería hacer un trío con mi jefe y mi pareja, quería saber qué se sentiría combinar placer, amor y mucha lujuria en una sola noche.

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Días después de aquella primera picante videollamada, en la que él me había visto llegar al éxtasis recibí una llamada de su parte, invitándome a cenar. Acepté aquella invitación y la conversación que tuvimos fue tan caliente que llegamos al sexo real. Esa noche me vine varias veces, los gemidos eran mutuos, sentía como mi cuerpo se agitaba ante el embate de su pene en mis entrañas, me deleitaba al escucharlo gemir y lamer mi cuerpo.

Ese día me gustó tanto que, le propuse hacer ese trío que tanto imaginaba, él sorprendido me dijo que aceptaba solo por darme tal placer. Me dispuse a hacer hacerlo, organicé un encuentro en mi apartamento sin comentarle nada a mi pareja, acompañado de una rica cena que preparé y un delicioso vino.

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 Más tarde estábamos los tres a la mesa, luego de un par de vinos comencé a besar a mi novio, era tan apasionante sentir la mirada de mi jefe sobre mí que dijo “qué buen beso” y, mi pareja, que se había excitado por aquella muestra de voyerismo dijo ¿Quieres besarla? Sin pensarlo, mi jefe me tomó por la cintura con fuerza y me besó, mientras mi novio aún cerca de mí comenzó a tocarme, a sentir cómo mis senos se erguían con el pasar de sus manos, mientras por otro lado el otro hombre que aún me besaba exploraba mis muslos para llegar a mi vagina. Yo me dejaba llevar por el placer del momento, no podía creer que mi fantasía se estaba cumpliendo. Utilizando mis manos y mi boca comencé a jugar con sus cuerpos, turnaba mis manos para dar placer a sus penes excitados.

Cada vez me mojaba más y más, mi jefe se levantó de la silla y se puso frente a mi para poner su pene dentro de mi boca y yo, utilizando mi lengua le hacía un buen sexo oral, mientras mi pareja me masturbaba. Estaba lista para que me penetrasen, los quería en todas partes.

Pasamos de la mesa a la alfombra, mi novio había tirado de mi por la cintura hasta ponerme en cuatro, ahí me penetró salvajemente, mientras yo seguía besando con mucha pasión el pene de mi jefe. No podía creer lo rico que se sentía saber que dos hombres dominaban mi cuerpo, creando varias poses, Mi cuerpo jugaba entre el de ellos. Me vine cinco veces, hasta que ellos no pudieron más y me regalaron la mejor sensación de todas, se vinieron encima de mí… escuchar sus gemidos hizo que yo finalizara con un gran squirt que alargó mi clímax. Definitivamente, puedo decir que fue una noche llena de amor y lujuria.

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Ángela

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