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Los ojos macabros que observan con codicia tus imágenes para hacerte daño

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Los ojos macabros que observan con codicia tus imágenes para hacerte daño

Colombia es un país donde se presentan delitos de toda índole. No es extraño escuchar en las noticias toda clase de argucias y métodos utilizados por los delincuentes para obtener los beneficios que pretenden, casi siempre por el afán de obtener dinero fácil a costa del duro trabajo de cualquier desprevenido.

Los tentáculos de estos delincuentes se extienden por todas direcciones, esperando la oportunidad precisa para atacar a su víctima. Las modelos webcam están en la mira de algunos de ellos.

En algún lugar, tras un computador conectado a la red, existe un individuo para el que no es suficiente disfrutar de la belleza “gratuita” del cuerpo femenino y la simpatía de una chica que conquista los bolsillos y corazones de miles de usuarios.

Este ser, cuyos ojos observan con codicia las imágenes proyectadas en la pantalla de su computador, quizás aislado en su pequeño cuarto, planeando estrategias macabras para encontrar y exponer a la modelo de su país, se regocija elucubrando qué será de su víctima cuando lo haga.

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Esta mente maquiavélica, con el nickname de la modelo encuentra rápidamente una serie de fotografías y videos en la red, aprovechando que alguien las tomó y subió ilegalmente a la web. Y si no encuentra el anhelado material, no será problema, lo grabará porque cuenta con los programas necesarios para la mezquina tarea. El truhán lleva días esperando para atacar. Se siente seguro mientras le escribe por mensaje privado a la modelo. La saluda cordialmente y la llena de halagos por su belleza. Sabe que debe actuar rápido y de forma certera, nada como la adrenalina del impacto inicial para lograr que la joven víctima se sienta vulnerable.

Le deja saber que hay algunas fotos y videos suyos rondando en la red. La modelo se asusta pero él, tan amable, le ofrece un método para eliminar el contenido mediante un vídeo corto que puede enviar a su whatsapp, sólo debe escribir su nombre real y pedir que quiten el material ilegal. Este superhéroe de historieta, explica que debe enviar el video cuanto antes, evitando así que se propaguen más sus imágenes o alguien cercano las pueda ver antes de borrarlas. La modelo, ingenua y asustada, entrega su número y datos reales con los que el usuario hará sus fechorías.

Mientras el malhechor saborea su próximo asalto, observa con lascivia obscena a la modelo que, desconcertada, cambia de actitud porque está asustada, sin embargo, con evidente esfuerzo, intenta mantener a sus usuarios en la sala.

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En este país los convencionalismos moralistas no tienen piedad con el prójimo. Es normal que las modelos webcam eviten la exposición pública, más si de su familia se trata. Desde luego, si no existiese este rechazo por  parte de la sociedad, los delincuentes no se dedicarían a buscar modelos para hacerles daño publicando sus fotos o vídeos. La sociedad crea la demanda de este mórbido comportamiento que busca hacer daño a las modelos. Y si sumamos la envidia, por su estilo de vida y los lujos que las rodean, la combinación resulta terrible para ellas.

Deducimos fácilmente lo que sigue. La modelo entregó información personal y el bandido se aprovecha. La contacta y empieza a exigirle un privado por Skype a cambio de no revelar el secreto. Amenaza con contarle a su familia o hacer públicas sus imágenes a conocidos y amigos. La modelo accede a realizar el show en Skype, después de todo sería «un privado más», aunque ahora el delincuente comienza a exigirle dinero.

Analicemos. Un gran error de la modelo fue suministrar su información personal. Muchas caen también cuando van a recibir un giro por algún show privado. No todos los clientes actúan de manera maliciosa, sin embargo, al entregar la información el riesgo se corre. Envían al cliente su nombre completo y documento de identidad, y con esta información todo queda servido a la mesa.

Con el nombre real buscan en Facebook a la modelo, descargan sus fotos casuales y, creando un perfil falso, comienzan a enviar solicitudes de amistad a amigos y conocidos para que la amenaza surta mayor efecto. Debes ser prevenida y, como consejo, no reveles tus datos personales al no ser que estés completamente segura de que tu cliente realmente se ha convertido en tu amigo.

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El extorsionista suele ser muy hábil para tomar el control de la situación, es directo y humilla a su interlocutor, busca quebrar y poner en una situación de estrés a su víctima. Pero las modelos webcam no deben permitirse estar en una situación como esa, la extorsión o las amenazas por redes sociales son un delito y en la medida que sean denunciados ante las autoridades, se evitará que se sumen más víctimas a estos casos.

Al respecto, en un artículo reciente del El Tiempo se puede leer lo siguiente: “El abogado Andrés Guzmán, experto en seguridad informática, explica que, según el Código Penal, quien atemorice o amenace a una persona, familia, comunidad o institución, con el propósito de causar alarma, zozobra o terror en la población o en un sector de ella, incurrirá por esta conducta en una condena de uno a cuatro años de cárcel”

En el mismo periódico en otro artículo de este año sobre la extorsión concluye diciendo:

“Ante cualquier mensaje intimidatorio o amenazante, lo mejor es llamar a la línea 165. Si es posible, la Policía sugiere grabar la llamada o escribir lo que le han dicho”. A las modelos webcam también las protegen estas leyes.  

Además de ésta última recomendación, y la prevención mencionada antes, lo más importante es que la modelo webcam debe reconocer que su trabajo no es ilegal ni inmoral, no le hace daño a nadie con él, es un trabajo de entretenimiento que en algunos casos no llega siquiera a lo sexual. La modelo webcam no tiene por qué permanecer en las sombras de un apartamento, cuando en realidad vive a la luz del mundo entero.

 

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