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Findom, el fetiche más lucrativo
Un fetiche que no requiere de contacto físico, el protagonista es el dinero. Findom, entra dentro del término BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo), por lo que acá hay un sumiso y un dominante.
En Findom no hay amarres, ni estimulación sexual física, la dominatriz se encarga de manejar a su placer el dinero de su sumiso, dejándolo prácticamente sin nada en el bolsillo. Para el sumiso esto genera una satisfacción intensa.
Él o ella entrega dinero, obsequios caros, sus claves de tarjetas de crédito e incluso los documentos de hogar. Confiriendo así todo el poder, lo que a su vez genera un placer aún más intenso que cualquier estimulación genital. La dominatriz solo se encarga de gastar, pero jugando con la ansiedad del sumiso para que sea excitante.
Para un sumiso que su «money domme» no le contesta o ignore resulta desesperante. Él tiene la necesidad de que ella lo maneje a su antojo sin importar que se quede sin dinero.
Por supuesto, para poder practicar este fetiche el usuario se debe tener un alto poder adquisitivo. Así que el findom solo se refleja en millonarios. Sin embargo, estas personas corren un riesgo alto a quedar en total bancarrota y esto puede generar problemas graves por la necesidad que tienen de gastar.
Para muchos es una práctica machista, ya que viéndolo desde otro punto de vista, al hombre se le ve cómo dominante por controlar la vida financiera de la mujer, por lo que ella solo se encarga de recibir y gastar. Pero como toda practica de BDSM, tiene su seguridad para que no afecte la integridad de la persona.
Ellas siempre estarán en la disposición de renunciar al dinero de su sumiso. Solo que al final, el hombre se encuentra en constante búsqueda de una chica que lo humille y quiera gastar su dinero.
