Modelos chantajeadas por sus novios y sus amigos pidiendo sexo a cambio de guardar el secreto

Los retos que enfrenta una modelo webcam no se limitan a buscar ser una de las mejores en su profesión, lo que significa invertir gran cantidad de tiempo, dinero y creatividad para conseguirlo.

La aceptación social de su trabajo también es un reto constante que surge desde antes de iniciar, por lo general primero con la familia y se prolonga con el tiempo hasta afectar los diferentes espacios en los que vive.

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En medio de este complejo entramado de relaciones personales y sociales,  la modelo webcam busca encontrar apoyo y fortaleza en quienes le han expresado cariño y afecto durante largo tiempo. Una de esas personas fundamentales resulta ser sin duda su pareja, aquella que le ha expresado su amor “incondicional” bajo las circunstancias más adversas.

Sin embargo, es claro que estamos en un país culturalmente machista, los hombres quieren ser los únicos con el dominio sobre la mujer que les “pertenece” y, por tanto, no suelen aceptar de buen agrado que otros conozcan la intimidad de lo que consideran “mi propiedad”.

Este caso se presenta una y otra vez con modelos que apenas inician, que aún no han logrado la independencia, no sólo económica sino también mental, ya que le ha sido aplastada por años de condicionamientos sobre lo que se espera de ella en relación a la servidumbre con su pareja y, peor aun, cuando fue inducida en el moralismo religioso.

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Algunas modelos suelen ser, desafortunadamente, manipuladas por sus amigos y/o parejas. Se han presentado casos en los que se ven sometidas a chantajes de toda índole, desde amenazas con revelar fotografías y vídeos hasta soborno de dinero para guardar silencio. Y los que resultan ser «meros machos», extorsionan a lo mexicano pidiendo sexo a cambio de callar el gran secreto (seguramente hombres frustrados sexualmente por feos, por insoportables, o porque no tienen erecciones o, si las tienen, eyaculan al segundo).

Hay chicas que deciden por esa razón abandonar el trabajo para complacer los caprichos del hombre del cual están enamoradas evitando, primero, una ruptura sentimental y, segundo, el enfrentamiento familiar y social.

Nada más doloroso que ver cómo entregas tu alma y cuerpo a la persona que amas y, que cuando se entera de tu trabajo, se transforma adoptando su lado más oscuro, ensañándose con toda su crudeza y crueldad. Aquella misma que la sociedad colombiana refuerza día a día, convirtiendo a jóvenes modelos que sólo desean el bienestar para sí mismas y para quienes aman, en una más de sus víctimas.

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Tan sólo podemos imaginar la presión a la que se ve sometida una modelo por parte de la persona a la que ama, fruto del machismo y la violencia rampante confirmada una vez más por la encuesta Gallup y publicada en Semana. El año pasado demostraron que Colombia y Perú fueron los países que en América Latina ocuparon los primeros puestos en maltrato hacia la mujer. Desconocemos igualmente cuántos hombres aprovechan la economía boyante de su pareja para hacer de las suyas a costa del trabajo de las chicas, machos que con hábiles argucias desangran el dinero con gran esfuerzo conseguido por las modelos.

Una modelo webcam no tiene porqué ser reducida por la sociedad moralista, y menos si adquiere su propia independencia económica con un trabajo legal, que le brinda mejores garantías que cualquier otra empresa en el país.

La independencia económica de la mujer siempre ha sido mal vista por el colombiano promedio, que ve así como se le arrebata su posición privilegiada y subyugante sobre el sexo femenino. Sólo a él, “hombre de la casa», se le permite llevar las riendas de la miseria que genera su posición dominante en el hogar. Del machismo a ultranza sólo quedan las migajas para la mujer.

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Pero sí además de eso debe enfrentar la posición inquisidora de su familia y personas que ama, resulta desmoralizante y hace que en ocasiones la modelo se suma en la depresión, llevándola a una condición en la que no tiene por qué estar.

Sin embargo, a pesar de lo anterior, la fortaleza de la modelo webcam debe trascender las condiciones sociales de su tiempo y lugar. Así como logra salir a flote en un océano de condiciones que no le brinda las mejores oportunidades para su vida, debe continuar la marcha con los nuevos vientos para incluir en ese proceso de transformación la propia aceptación de sí misma, y del trabajo que ha elegido. Sí lo hace, se despojará de sus propios miedos y será libre para enfrentar a quienes le lancen la primera piedra, venga de donde venga, vecinos, amigos, familia o pareja.

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Para finalizar preguntémonos: ¿La sociedad moralista colombiana prefiere una mujer que adopte una actitud como mostramos en las ilustraciones de este artículo? Esta propaganda, difundida a todos los niveles en la España Franquista, es una clara muestra de todo lo que se han tenido que ganar las mujeres antes de ustedes. ¿Están las modelos webcam dispuestas a defender los roles que les corresponde en la actualidad con independencia?