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En Bogotá; menores de edad eran usados por sujetos para hacer shows webcam
Una alarma se enciende para los estudios webcam en el país, pues la dirección de protección de la policía de Bosa acaba de identificar a tres hombres y dos mujeres como los responsables de pagar a menores de edad por shows sexuales en webcam, delito que mancha la reputación de quienes trabajan en la industria del entretenimiento para adultos y que se mantienen en cumplimiento de la ley.
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El cuerpo detectivesco realizó la investigación que dio con el paradero de la banda luego de haber recibido una denuncia por parte de una madre de un colegio en Bogotá, quien encontró juguetes sexuales en la mochila de su hija.
Se conoció que los detenidos utilizaban como fachada un café de Internet que operaba en Bosa, con alcance en las localidades de Fontibón y Ciudad Bolívar.
Los miembros de la banda les daban dinero a los niños en Bogotá para hacer presentaciones en redes sociales, así como también les indicaban como usar juguetes sexuales y exponer su cuerpo. Según el Mayor Javier Gómez, jefe de la seccional Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional, es la primera estructura delincuencial que utiliza como modelos webcam a menores de edad.
“Estos adultos, instrumentalizaban menores de edad de entre 16 y 18 años para mostrar videochats eróticos y hacer utilización de juguetes sexuales a cambio de dinero”.
En Cúcuta: Detienen a promotores de pornografía infantil en la web
Los implicados deberán enfrentar los cargos de concierto para delinquir e instrumentalización de menores de edad.
En el mes febrero la policía de la ciudad de Cúcuta también detuvo a unos sujetos, quienes fueron acusados de proxenetismo con menores de edad y por divulgar pornografía infantil en redes sociales dirigida a países como Europa y Norte América.
La industria webcam en el país debe seguir velando por cumplir cabalmente con las normas establecidas, y denunciar cualquier violación de los derechos a menores de edad con las autoridades pertinentes. Estos crímenes manchan la reputación de los trabajadores del sector que ejercen su oficio con esfuerzo, dedicación y dentro de la ley.
