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¿Sabías que hay fetiche con las cosquillas?
Aunque no lo creas, es un fetiche real, algunas personas se excitan o pueden hasta llegar a un orgasmo con solo cosquillas. Ya sea haciéndolas, recibiéndolas u observando a alguien.
No son cosquillas en un lugar específico del cuerpo, sino en cualquier parte que produzca esta sensación. Algunas personas indican que, incluso pueden ser muy eróticas.
Pero… ¿En qué consiste el fetiche de cosquillas o Knismolagnia?
Este fetiche forma parte de una larga lista de prácticas de BDSM (bondage, dominación, disciplina, sumisión, sadismo y masoquismo). Se denomina de esta forma porque se considera que, al hacerle cosquillas a una persona, se ejerce control y al generar placer, se convierte en una práctica erótica.
Como toda practica de BDSM, este fetiche requiere de ciertas señas de seguridad a la hora de practicarla. En este tipo de experiencias se puede descubrir cómo reacciona una persona a los estímulos y ver que partes del cuerpo son más sensibles.
Hacer cosquillas parece fácil, pero si el objetivo es dar placer, se deben tener en cuenta varios aspectos. Hay que medir el ritmo; se debe empezar de a poco e ir aumentando la intensidad. De esta manera se podrá identificar de qué manera va reaccionando el cuerpo a los estímulos de nuestras cosquillas.
La gran ventaja es que, para dar cosquillas, no solo se necesitan las manos. También, se pueden utilizar juguetes, como plumas u objetos suaves al tacto. Esta es una práctica bastante interesante para un show en pareja, y para descubrir nuevas sensaciones. ¿Te atreves?
