Canal 1
Colombia es el segundo país en tener mayor número de modelos webcam
El canal de televisión pública, Canal 1 habló recientemente con Juanita Fox, modelo webcam y con Juan Bustos, sobre la creciente industria del modelaje en el país.
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Colombia, es el segundo país con la mayor cantidad de camgirls, solo superado por Rumania. Medellín, es la ciudad con mayor participación del país, donde además se ha creado la Master Class un lugar para capacitar a quienes ejercen la carrera.
Te dejamos aquí todo el contenido:
Esta joven de 22 años es modelo webcam, se hace llamar Juanita Fox 777 y desde hace un año está vinculada a lo que en ese medio consideran ‘entretenimiento para adultos’.
“En mi sala en promedio tengo 300 a 500 personas, y en un show sexual 1000 personas”, dice la modelo; “yo estoy en esto 24- 7, en frente de la cámara 8 a 10 horas”.
Según Juan Bustos, empresario de modelos webcam, esta industria va en crecimiento en el país y Medellín es la ciudad que mayor participación tiene.
Según Juan Bustos, “Colombia es el segundo país en tener modelos webcam, el primero es Rumania”. El empresario de modelos cuanta que “de cada mil modelos, 400 son rumanas, y 300 colombianas”.
Y es que Bustos, no solo asesora modelos, también creó lo que él denomina la ‘Master Class para modelos webcam’.
“Tratamos de enseñarles lo primero, que es combatir el bullying, que acepten que son modelos que no están haciendo nada malo, que están haciendo una labor digna”, asegura el empresario de modelos webcam.
Aunque él asegura que esta no es una forma de explotación sexual, la directora de la Casa de la Mujer en Bogotá, Olga Amparo Sánchez, afirma que sí es una modalidad de abuso sexual.
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“Es prostitución disfrazada, ser modelos webcam es una prostitución más elitista, no la que se para en la calle, le exigen ser muy bella, estudiar un idioma, es una empresa que las contrata a través de redes”, explica la directora de la Casa de la Mujer.
La directora de la Casa de la Mujer dice que, a pesar de ser una práctica entre lo legal y lo ilegal, no está reglamentada por las autoridades.
Olga Amparo Sánchez enfatiza en los delicados riesgos que pueden enfrentar quienes se dedican a este tipo de actividad:
“Hay historias críticas de chicas que han sido esclavizadas, los riesgos son grandes, en términos de seguridad, física y emocional y de su intimidad”.
