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Cultura Colectiva: «Ser modelo webcam no es sólo sexual» La industria de las camgirls

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Cultura Colectiva: «Ser modelo webcam no es sólo sexual» La industria de las camgirls

Las modelos webcam se ganan la vida motivando a sus fans a tipear en webcam, pero no todo es sexual en esta industria. Las modelos tienen reglas en su sala, entretenimiento y mucha diversión preparada para los usuarios que visitan su room. CCNews del sitio web de Cultura Colectiva explica más sobre este tema en su artículo «Ser modelo webcam no es sólo sexual» La industria de las camgirls, del periodista Gustavo Pineda, que te dejamos aquí para que disfrutes.

La profesión rentable de las camgirl

«Soy Kate y mi trabajo es frente a una cámara».

Su nombre real es desconocido, pero su apodo, Kate Maze, y rostro hacen brillar los ojos de sus admiradores. Kate tiene 22 años, vive en Medellín, Colombia, y trabaja como camgirl.

Mide 1.70 cm, habla inglés y español fluido, su cabello es marrón, igual que sus ojos, y además de modelo de desnudos se describe como productora y creadora de performance. En entrevista para CC News, Kate describe la profesión de desnudarse exactamente igual a la de una influencer en redes sociales, porque lo es.

Muchos ya entendemos lo de ser influencer, pero ¿qué es una camgirl?

A través de la cámara saluda a sus seguidores, platica sobre su día, se ríe de los chistes que lee o ella misma cuenta, posa en ropa interior, baila reggaetón, es espontánea, divertida, extrovertida y lee atentamente las peticiones de los usuarios de su room.

Maze invita a sus seguidores a su cuarto (room), donde modela, juega y se divierte.

¿Sólo se trata de sexo frente a la cámara?

Kate se describe a sí misma como una chica trabajadora, con ganas de ser la mejor en todo lo que se propone. «Me gusta ayudar a los demás y hacerlos sentir bien, tanto en el trabajo como en su día a día».

Ella no tiene problemas para modelar con poca ropa y presumir fotografías íntimas a sus seguidores. Cada pack y nude es exclusivo, por eso tienen precio: desde ingresar a su Snapchat privado, donde se puede ver contenido exclusivo las 24 horas, hasta pagar por determinadas acciones —los famosos tokens—.

Verla sonreír y charlar con todos es parte de la convivencia en la página CamSoda, siempre inicia las transmisiones con una pose sensual o elegante, mientras espera a que ingresen más personas a la página.

¿Este trabajo la convierte en un objeto sexual?

A diferencia de lo que muchos pueden suponer, para Kate, trabajar como camgirl la empodera mucho. «Este trabajo me dio seguridad como mujer, la independencia que pocas chicas tienen a esta edad (22); me encanta mi trabajo y lo disfruto todos los días».

Durante las transmisiones gusta de saludar de manera amistosa, después baila y juega. «Para terminar una sesión principalmente es agradecerles por haber compartido el tiempo conmigo, sacarles una sonrisa y que vean que disfrutaste igual que ellos».

Según el portal de Juan Bustos, una camgirl puede ganar hasta 5 mil dólares al mes. (Foto: Juan Bustos)

¿Cómo se paga y cómo se gana?

Es dueña de su tiempo e impone sus reglas. Inicia a las cuatro de la tarde, y a veces se extiende hasta las diez de la noche.

Me gusta mirar fijamente a la cámara y tratar de conectarme con ellos a través de la mirada, me hace sentir más segura, y que estoy transmitiendo un buen ambiente, así logro conectar y hacer más real el instante.”

Para pedir determinadas acciones en las sesiones en vivo, se debe pagar con criptomonedas llamadas tokens. Una unidad cuesta 0.05 centavos de dólar, se canjean a través de tarjetas de débito o crédito. Mientras más tokens se compran, hay posibilidades de descuentos de hasta 20 por ciento, similar a las fichas que usamos para jugar videojuegos.

“Por ejemplo, si me piden acercamientos a las bubis tienen que pagar 49 tokens, o si me piden finger (dedo), eso cuesta 150 tokens, si me solicitan cosas que toman mucho tiempo pues cuesta más.”

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Para Kate, se modelo webcam no sólo es sexual, también implica combinar distintas artes escénicas para compartir con los usuarios. 

¿Qué está permitido y qué está prohibido?

De hecho, entrar a su chat (room) es gratis, pero hay reglas muy estrictas: no ofender, no groserías, no compartir contenido violento, no atentar contra la integridad de otros en la sala, nada de necesidades personales (masturbarse, por ejemplo), entre otras. Y sí, los que rompen las reglas son castigados.

“Yo casi no hago anal, es algo muy íntimo y privado. Antes de hacer webcam no sabía del fetiche de los pies, lo cual en el pasado para mí era raro, pero a muchos les gusta. Llegó a lockear (bloquear) a alguien en mi room si me falta al respeto, si me dicen ‘perra’ u otras palabras ofensivas. Los límites yo los pongo en mi biografía, desde prohibir peticiones como ‘métete un pepino por ahí’, eso no. Mi estudio no me lo permite, porque queremos darle al mundo mujeres que no a fuerza tienen que ser vulgares para llegar alto.”

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Kate está de acuerdo con pasar el pack, siempre y cuando sea un acto privado entre dos personas. (Foto: Juan Bustos)

¿Cómo convertirse en una camgirl?

Como modelo independiente, empezó cuando la despidieron de su antiguo trabajo hace más de un año.

“Estaba trabajando en una empresa donde ganaba bien, pero hubo cambios y se me terminó el contrato. Me puse a buscar trabajo, ya que no me gusta estar sin hacer nada y asumir mis propias responsabilidades.”

En Internet, mientras buscaba oportunidades laborales, encontró un banner de publicidad sobre modelaje en webcam. Como mujer conservadora pensó mucho el tema, sin embargo, el estudio quedaba en Bogotá, situación que hizo imposible el acercamiento porque ella seguía en Medellín.

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Ella pensó demasiado sobre iniciar su carrera como modelos de webcam, hasta que encontró un lugar ideal. (Foto: Cortesía / Juan Bustos)

¿Dónde modelar frente a la cámara?

En Colombia existen estudios de chats eróticos donde las mujeres posan y lo único que necesitan es Internet, camas, iluminación y la privacidad para transmitir en vivo sus videos, desde la comodidad de una computadora. La empresa que contactó le recomendó otro estudio más cercano, el de Juan Bustos, uno de los periodistas y escritores más especializados sobre camgirls en América Latina.

“Busqué en Instagram su número para comunicarme, y le gustó mi perfil. Me agendó una entrevista al día siguiente, siendo muy sincera, hasta la entrevista pude enterarme de qué se trataba este trabajo, ya que Juan me puso al tanto de todo. Me considero una mujer muy decidida y eso me ayudó a tomar la decisión el mismo día de la reunión con Juan y hasta ahora llevo un año trabajando con él.”

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El modelar en una cámara web es más histrionismo que complacencias sexuales, es muy similar al de una youtuber o una game star en Twitch. 

¿Quién es Juan Bustos?

Juan Bustos se describe a sí mismo como una persona de mente abierta, al que nada escandaliza, quien piensa que la sexualidad es para disfrutarla, sin límites, dejando a un lado las cadenas que impone la sociedad.

“Haber estudiado filosofía y psicoanálisis me ayudó a comprender que el modelaje webcam podría ser más que sexo al alcance de los clics, y por eso en mi propia empresa monté los primeros programas de ‘educación sexual para la webcam’, explicándole a las aspirantes de modelos que el trabajo de una camgirl iba mucho más allá del sexo, que requería desarrollar talentos artísticos, histriónicos y una personalidad arrolladora para encantar a los usuarios que, más allá de buscar una actividad sexual, buscan entretenimiento.”

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Juan tiene uno de los blogs más especializados sobre camgirls en América Latina.

¿Cómo convertirte en un experto de la cámara sin modelar?

Bustos es fundador de un blog que lleva su nombre y apellido, donde publica artículos en español e inglés para camgirls en el mundo. Abrió su propio lugar para capacitar a los y las interesadas, tiene una revista de nombre Camgirl y también publicó una novela: La Chateadora.

Fue este acercamiento al mundo de las modelos web que impulsó su carrera como un periodista y escritor del tema más especializado de América Latina.

¿Por qué Bustos es tan importante en esta industria?

Su página bien podría ser instructiva, similar a una revista de cocina o salud, sin embargo, escribe consejos económicos, de marketing personal, de tecnología y publicidad exclusivamente para modelos web.

“En principio fue una idea de tener un sitio para postear lo que pensaba de las webcam. Comencé escribiendo un artículo por semana, luego dos… luego tres… la idea principal del sitio era dar luces sobre el modelaje a todas las personas que trabajan en Colombia en él, porque mirando a las modelos colombianas notaba que les faltaba preparación, ganar ese arte que es el modelaje.”

¡Vaya que lo consiguió! A cinco años de iniciar su página, hoy es un centro de noticias para las modelos de habla hispana más importantes de la industria.

«Mis estudios en filosofía me ayudaron a comprender la importancia en la escritura y lectura. Hablando con algunas modelos decidimos que ellas escribían los temas y yo los revisaba (soy el editor del sitio), por lo que actualmente podemos tener cinco artículos por día, con la ayuda de las modelos y la asesora Janita O quienes escriben para el sitio por puro amor a la webcam. Y también tenemos la revista Camgirl, un espacio dedicado a las modelos de nuestro país.»

¿Problemas en el paraíso?

Aunque el éxito de su proyecto y las mujeres con las que colabora subió, pronto se tropezaron con una gran piedra: los cambios de reglas en las empresas que transferían el dinero a las modelos y los estudios.

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Ante el cambio de reglas en el pago a las camgirls, Bustos tiene un plan B para compartir con las modelos. (Foto: Juan Bustos)

Para Juan, el mes de abril fue negro para las webcams colombianas.

«El problema de fondo es que en Colombia nunca ha existido una regulación por parte del gobierno para las modelos webcam. Hace 25 años existe este trabajo, pero nadie le ha prestado atención a su regulación (Uber existe hace 3 años en el país y ya tiene regulación). Otro problema es que pocas personas quieren pagar los impuestos y por ahorrar unos pesos no se esfuerzan para ver la manera de que en el país nos reconozcan como industria.»

¿Es ilegal trabajar como camgirl?

Por defecto, muchas mujeres de la industria quedaron desprotegidas, y «no podemos contar con caminos tradicionales para traer el dinero: los bancos. Ante la actividad webcam los bancos son los primeros en cerrar cuentas por recibir dinero de esta actividad, resultado de no estar gravada por el gobierno como una profesión».

¿Cuál es el plan B?

Los bancos sospechan de lavado de activos y automáticamente comienza su burocracia que hace imposible retirar el dinero.

“Aquellos que trabajan en la industria usan cuentas en el extranjero para hacer retiros por el cajero. Aunque cerraron estas cuentas internacionales, aparentemente por las enormes cantidades de dinero que movían también de los Bitcoins, nos terminó afectando a las webcams que no movemos tanto dinero (para que tengas una idea, mientras una modelo retira dos mil dólares de su tarjeta, alguien de Bitocoins va por 20 mil dólares o más).”

Mientras para Kate el cambio no afectó mucho, la historia de sus compañeras es otra.

“Bueno, creo que nos afectó tanto a estudios como a modelos y más a las que son independientes ya que ellas no tienen un intermediario para recibir el dinero. A mí no me afectó tanto ya que yo estoy con el estudio de Juan Bustos y ellos han aprendido a estar preparados para todo este tipo de situaciones burocráticas en las que también se mezclan los prejuicios, por eso siempre es importante tener un plan B.”

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