Un poco más de leche en el café

Hace algún tiempo ya, tal vez un par de meses, me encontraba trabajando en un café-bar, el cual en su zona era reconocido y bastante frecuentado.

Era domingo en ese entonces, y no hubo tanta clientela como usualmente, así que mi jefe decidió irse y dejarme a cargo.

Pasaron un par de horas en las cuales había pocas mesas con clientes por lo cual decidí escribirle a un amigo y pedirle que fuese un rato y me acompañara.

Al cabo de media hora, así sucedió, llegó al lugar y al entrar le pedí que se hiciera en la parte de atrás de la barra, así podríamos hablar con más tranquilidad sin que alguien molestara.

Hasta el momento, solo era una charla tranquila. Terminé de atender la última mesa y quedamos solos. 

Comenzó la acción en el café:

Ese día yo llevaba un vestido tal vez algo corto, y él se encontraba con una sudadera y camiseta algo deportiva. En la barra cerca de su silla estaba la apertura para ingresar a preparar las bebidas, así que me hice allí y estaba más a su lado. 

Después de un segundo sentí como su mano subía por mi pierna lentamente, no dije nada solo sonreí con algo de picardía, de repente subió un poco más su mano , yo sentía cosquillas en todo mi cuerpo y algo de nervios de que alguien ingresara y nos viera.

Justo en ese instante corrió mi panty con sus dedos e inicio a acariciarme lentamente. Tocó un poco entre los labios y subió otro poco hasta el clítoris, haciendo círculos con los dedos en él. Volvió a bajar un poco y a poner sus dedos entre mi vagina haciendo un movimiento suave hasta que estuviera lo suficientemente mojada y pudiera ponerlos dentro de mí, se detuvo un momento y sacó su mano, al estar tan excitada tal vez no pensé más.

Tomada de Freepik

Metí mi mano entre su sudadera y bóxer, pudiendo sostener así su pene. Sujeté con un poco de fuerza e hice un leve movimiento de arriba hacia abajo por unos cuantos minutos. Se sentía como iba creciendo en mi mamo y como la punta de su pene estaba mojada.

Decidí sacarlo de entre sus prendas, y le pedí a él que mirara hacia afuera por si llegaba alguien. Me agaché detrás de la barra, le separé un poco las piernas y comencé con la punta de mi lengua a lamerle el pene, me lo llevé a la boca.

Disfrutaba tanto hacerle sexo oral. Pasado unos minutos me detuvo y me sujetó de la mano y me jaló hacia el baño de damas, no me negué, después de todo yo también lo quería.

Estando allí pasó su lengua por mi cuello y llevó sus manos a mi busto, apretó mis pezones, alzó mi vestido para poder chuparlos y mordisquearlos un poco, ya en ese momento no aguantaba más, me tocaba yo misma entre las piernas y le pedí que me penetrara pronto. 

Él me dio la vuelta rápidamente, bajó su sudadera junto a su bóxer, con su mano izquierda me tenía sujeta del cuello contra la pared y sujetaba su pene con su mano derecha, podía sentir como lo ponía entre mi vagina, como hacía un movimiento suave entre ella. Escupió su mano y la pasó de nuevo por su pene y así prosiguió a penetrarme una y otra vez.

Inició algo lento, y fue aumentando su velocidad, haciéndolo más rápido y fuerte. Se podía sentir su roce contra el mío cada vez más mojados, mientras continuaba penetrándome, con su mano derecha tocaba mi clítoris y tapaba mi boca con su mano izquierda para que no gritara muy fuerte.

Ya pasado un rato ambos sudando, sintiendo el choque uno contra otro se detuvo un instante y me pidió voltearme y arrodillarme rápidamente frente a él y por supuesto eso hice; abrí rápidamente mi boca para que eyaculara allí.

Fetiches: Una autentica penetración

Al terminar salimos del baño, él antes que yo, casi muero al ver al mejor amigo de mi jefe ingresando café y viendo como ambos salíamos del baño, jadeando y sudando, bueno para ese instante ya era obvio lo que sucedió, así que me hice la tonta unos segundos.

Lo saludé y atendí su mesa mientras mi amigo volvía a sentarse. 

Hasta ahora lo pienso de nuevo y desearía repetirlo.

Autor: Anny Cat