Confesiones SIN CENSURA
Elevando la temperatura en el gimnasio
Cuando recién ingresé al gimnasio hace 1 año, me fleché de inmediato con un man, quien al parecer era uno de los entrenadores, pero era tan sensual su rostro, sus nalgas, su paquete, todo tan rico, que cada vez que pasaba al lado de él me ajustaba el busto, me subía la falda y trataba de gemir lo más suave posible cuando practicaba en alguna máquina, esto resultaba gracioso, pero tan picante a la vez.
Una de mis fantasías siempre había sido coger en un gimnasio, sobre las máquinas y lo vi como la oportunidad perfecta.
Después de unas semanas, fui temprano a entrenar y me encontré con la sorpresa de que él estaba solo allá, fue pura casualidad, porque la dueña no había llegado y yo aproveché y le dije:
“Este es el momento”
Haciendo el amor en el Gimnasio:
Tomada de Canva
Solo bastó decirle eso, cuando de repente el man me arrinconó en la parte de cardio, donde no había cámaras y sin importarle que el gimnasio estuviera abierto.
La verdad a mi tampoco me importó y empezamos a coger allí, ósea, cumpliendo con un cardio:
¡Uf, fue un rapidín súper delicioso!
Cuando fui a hacerle oral, se vino en mi boca de inmediato y yo me trague todo su semen, me pareció que era tan dulce, tan rico, literal.
La fuerza que tenía al cogerme de los brazos y darme con toda, yo sentía que mi rutina ya estaba hecha.
¡Qué polvazo tan delicioso!, esos rápidos y en sitios públicos son lo mejor.
Ahora me sueño repitiendo ese día y no estaría mal volver a cogerme a ese entrenador del gimnasio.
Cada que voy recuerdo ese momento y más cuando se vino en mí, eso me dejó fascinada, nadie hubiera podido dañar ese buen sexo.
