Mi novio, mi ex y una noche extraordinaria

Todo había comenzado realmente hace mucho tiempo, demasiado. Desde pequeña siempre tuve un deseo, algo de lo cual en algún sentido yo pudiese hacer realidad.

Caliente distancia

Él sabía que me gustaba y yo sabía que él quería algo más de mi. Sin embargo, no fue sino hasta una noche al estar en un privado cuando me contó que quería verme.

Todo empezó queriendo experimentar cosas nuevas, una relación sentimental con una persona me parecía ya algo muy monótono y aburrido, sus discusiones, problemas y demás eran demasiado sencillos para mi vida, quería algo más, algo diferente, fue ahí cuando llegó a mi mente ¿Una relación de tres?

No, no hablo de un simple trío sexual -aunque me gustaba la idea-, sino de algo mucho más grande, de gran contenido, algo que me pusiera a sudar pensando en cómo solucionar, cómo darles placer a ambos, cómo poder ser el cómplice de mis deseos y grandes fantasías, y llevarlos al límite después de haber sufrido por ello, y finalmente llegar a ese clímax sorprenderte y utópico que todos quieren alcanzar alguna vez.

Para mí hacer felices a dos personas al tiempo en todo su sentido de la palabra era el reto. He ahí ese día, un sábado. Mi ex -un chico dentro de mi «familia”- un primo político segundo, quien siempre había estado molestando conmigo hasta que tuvimos una relación a escondidas durante un mes -lo suficiente-, y ahora, entre mi novio y yo -teníamos una relación de 6 meses- ponían mi mente siniestra.

Tenía ganas de unirlos a los dos, uno con cara tierna sensible y bastante hermoso, el otro, con un gran pene y una fuerza sexual que me llevaba a mis mejores noches de sexo -esto es real, 24 centímetros de pura diversión-, así me propuse a llevar mis planes a cabo.

Los invité a cenar, le dije a mi novio si no le importaría -él acepto- sabía lo que llevaba entre manos, me veía pícaramente. Los invité a ambos a un bar cerca y tomamos algunas cervezas y tragos, luego hice que se pasaran una cereza por la boca, -muy excitante-, yo me tocaba por encima de mi pantalón mientras veía lo que sucedería, poco a poco comenzaba a besar a uno y luego al otro que estaba de frente, eso me ponía demasiado caliente. Mi sueño estaba por suceder, hasta que llegó el momento en el que dije, «¿Qué tal si vamos a mi casa?». Todos sabíamos qué iba a pasar.

Al llegar pasamos derecho al cuarto – debo admitir que el alcohol ayudó demasiado-, nos comenzamos a desvestir unos a los otros, mi novio tenía tendencias bisexuales al parecer porque también le quitaba la camisa a mi ex, todos nos veíamos con ganas de lo que queríamos hacer, y ahí empezamos. Yo me agaché y le saqué el gran pene a mi novio, se lo chupaba muy rico, le hacía garganta profunda; luego agaché a mi ex y le dije que si quería besarme también tenía que chupar el pene de mi novio. Y estábamos así, mi novio mirándonos las caras desde arriba viendo como le hacíamos un oral increíblemente placentero entre dos, pasando las lenguas por todo su tallo, bajando y subiendo y al final besándonos, era tan rico, porque mientras lo hacíamos mi ex me tocaba, tanto que llegó el siguiente momento.

Los dos me acostaron en la cama, cada uno pasaba su lengua por todo mi cuerpo, yo estaba extasiada, estaba feliz, cumpliendo mi sueño, me encantaba ver como mi cuerpo y mi presencia los hacia felices y se les veía la cara de placer. Tocaba ambos penes y quería sentirlos, pero aún más quería ver como mi novio penetraba a mi ex, me causaba tanto placer que les dije, que lo quería ver.

Ella; mi deliciosa presa

Empezamos a compartir detalles del día a día como modelos webcam, a descubrir tesoros escondidos de nuestra propia sexualidad, personas fascinantes en la distancia.

Ellos en su excitación aceptaron mientras mi ex me daba placer oral mi novio intentaba meter su gran pene en el estrecho trasero de mi ex, yo gritaba y gemía de placer, tanto que no me preocupaba que los vecinos escucharan. Al finalizar los dos estaban demasiado excitados, mi ex con dolor placentero, y mi novio comenzaba a pensar qué estaba haciendo ahí. Le dije “Quiero que te corras en mi cara mientras me beso con mi ex” De alguna extraña forma accedió, y llegó al clímax llenándome toda la cara mientras besaba a mi ex y este me tocaba con sus dedos. Sentía tanto placer que fue ¡mi primer orgasmo!

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Violet