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Venezolanos; el intento de brindar shows de calidad y la lucha por el sustento
Hace poco estuvimos hablando sobre los shows que realizaban los sex groups venezolanos y sus increíbles y muy criticados shows en Chaturbate. Luego, dimos la noticia de que, posiblemente esta página estaba limitando el número de modelos de esta nación indicando una restricción de área para ellos, no dejando que se pudieran registrar en la página webcam.
La explotación que viven las webcam venezolanas: les pagan 2 USD por cada 2.000 tokens
Ante esta información, sobre todo en redes sociales, los comentarios no se hicieron esperar para mostrar en muchos casos alegría ante la noticia. Sin embargo, dos venezolanas se comunicaron conmigo para dar su apreciación. Aquí les cuento.
La primera en comunicarse fue Alejandra (nombre que pondremos a esta camgirl para resguardar su identidad) tiene dos años trabajando como modelo desde Venezuela. Ella explica que sus shows no son de orgías; que más allá de lo que esté detrás de ellas, se encuentran en un país fuertemente golpeado por grandes dificultades.
Ella trabaja con shows que se basan en entretener y seducir a tippers de la manera en la que otras modelos fuera de ese país lo hacen. Alejandra comenta “Me he sentido incómoda como modelo, porque ni las mejores camgirls, ni nosotros estamos produciendo de la misma manera debido a los grupos de orgías que ahora se encuentran en la página. No podemos acostumbrar a los usuarios a regalar el trabajo”.
Igualmente acotó que, no todas las venezolanas trabajan de esa manera, no les gusta y en muchos casos puede ofender la generalización y la forma en que se denigra a esta población.
Modelos venezolanos podrían estar siendo baneados en Chaturbate
Días más tarde, Patricia (otro nombre para proteger su identidad) una modelo que conoció de primera mano lo que vive el grupo de venezolanos que conforma los sex groups – que son explotados por 10 USD semanales- expuso su verdadera naturaleza.
Trabajan en grupos en un local ubicado en una población de Mérida. Allí les dan comida de mal aspecto, además de esto, deben vivir en posadas que carecen de cocina y otros implementos necesarios para vivir.
Patricia indica que, el poco sueldo que devengan se les va en comida y, si intentan retirarse del estudio son amenazados e intimidados.
Comenta que estuvo consciente que las condiciones de higiene son precarias y afirmó que los dueños de estos estudios les obligan a trabajar incluso cuando están enfermos diciéndoles que “Se pueden morir frente a las cámaras”.
Según lo indicado por Patricia, serían unas 120 personas que trabajan para este estudio, a quienes se les exige laborar en turnos de 12 horas, para obtener un mínimo de 10 mil tokens obligatorios, para ganar a final de semana 10 dólares y un bono de solo 2 USD si superaron la meta.
La modelo explica que, quienes realizan las orgías no están conformes con esta situación y con la intimidación de la que constantemente son blanco por parte de los dueños de estos estudios para que los trabajadores continúen en ella, pero afirma que, de otro modo, no tendrían el sustento necesario para vivir en el país que hoy enfrenta la mayor debacle económica y social del continente.
