El encuentro y mi armadura de encaje

Ese lunes llegué a recibir mi turno después de pasar un fin de semana de mucha rumba. Me puse mi armadura de encaje -como siempre le llamo a esas prendas- que vuelve loquitos a mis seguidores. Cuando ya llevaba 2 horas de transmisión y luego un par de orgasmos reales y después de fingir un par más, apareció él.

La perversión de mi padrastro

Era un seguidor amable que me hablaba con palabras dulces. Me llevó al privado y empezamos a hablar de nuestras vidas. Ya saben, preguntas para alargar el tiempo y ganar más dinero. Todo fue así hasta llegar al cam2 cam (C2C).

Qué loco, ese chico tenía un rostro espectacular. Yo me preguntaba ¿qué hace un chico tan atractivo aquí? y claro que le hice esa pregunta.

Me dijo que en su país la vida corre muy deprisa y no hay tiempo para una relación. Además, viajaba constantemente por su trabajo ¿Has venido a mi país? le pregunté, me dijo –Claro, casualmente a final del mes tengo un viaje programado.

Créanme que esta vez la curiosidad invadió mi cabeza, y acordamos un encuentro. Esperé ansiosamente ese día. Mientras tanto, nuestros privados eran geniales. Podía sentirlo en cada orgasmo.

Finalmente llegó el momento que habíamos esperado con ansias. No mentiré, eso no fue hacer el amor, eso fue sexo en todo el sentido de la palabra. Me dejé llevar por el deseo y llegué a hacer cosas que ni siquiera sabía que era capaz de hacer. Había tanto deseo en mí, y bueno, lujuria. Sentía como el calor salía por mis poros ¡Uff! Fue genial y sí, también hubo tiempo de hablar, pero no fue tan rico como lo que pasó en el sexo.

Él venía por cuestiones familiares y debíamos despedirnos. Nos tomamos el ultimo trago de la botella y quedamos en volver a vernos antes de su regreso. Me fui con una gran sonrisa en mi rostro, sonrisa que me duró por un par de días hasta que mi novio me invitó a una cena.

Él sabe lo mucho que odio las cenas familiares, pero ya que nos queda poco tiempo para vernos decidí ir. Era el cumpleaños de su “prima adorada”, la que se graduó con honores, la que tiene un súper trabajo, y a la que todos le echan flores. Es curioso, siempre he sospechado que entre ese par hubo algo.

Llegamos al restaurante, estaban todos allí; las tías, los tíos, su mamá con la que irónicamente llevamos una muy buena relación, su padre con la mala cara que lo caracteriza, su hermano y… Mi cliente estrella.

Cuando mis ojos lo enfocaron tardé casi una eternidad en entender que realmente él estaba ahí. Un nuevo encuentro, esta vez, distinto. Un silencio inundó mi cabeza. Sudaba incontrolablemente y sentía como mi corazón se quería salir por mi boca y en mi estomago había un sinfín de sensaciones. Luchaba con mi cuerpo para que no dejara salir mis emociones.

Me hablo mi novio – Mi amor, te presento al novio de mi prima, llegó ayer de … Esa parte no la entendí, solo escuché que era el novio de su prima, y de mi boca solo pudo salir –Mnn, buenas.

¿Y ahora? me pregunté ¿Cómo hago para quedarme dos horas aquí sin mirarlo sospechosamente?

Llamé a mi mejor amiga y le dije ¡Mugre! (así le digo de cariño) ¡Llámame, invéntate, algo y sácame de aquí! Ella es de esas amigas que entiende la urgencia de las situaciones y sabe que las preguntas vienen después.

Tres increíbles secretos jamás contados>

Recibí una oportuna llamada y me fui. En ese momento sentí como el alma me volvió al cuerpo.

¿Qué les puedo decir? Esto fue como todas las llamas ardientes e incandescentes. Duran poco y bueno, aquí sigo frente al reflector y la cámara dando mi mejor sonrisa con mi armadura de encaje.

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Camila