Confesiones SIN CENSURA
Mi fantasía con el de la tienda
Hola, mi nombre es Julián, soy gay y vengo a comentarles mi deseo sexual por los chicos de tienda.
Todo comenzó una tarde que me encontraba con mi mejor amiga Juliana. Ella y yo decidimos ir a la tienda por gaseosa y papitas. Ese día habíamos fumado demasiado y teníamos muchas ganas de comer.
Fuimos a la tienda, donde se encontraba un joven musculoso y muy agradable que tomo amablemente nuestro pedido. Para agilizar las cosas, me paré yo mismo a buscar mi gaseosa, con la suerte de que él iba con la misma intención.
Casualmente los dos tomamos la misma botella, chocamos las manos y hubo por un momento un cambio de miradas algo pícaras. Salimos de la tienda y yo me quedé pensando e imaginándome muchas cosas con ese muchacho.
Estuve varios días pensando en él, imaginándome como sería su pene, se me hacía agua la boca. Volví a la tienda, pero esta vez se encontraba solo él, le pedí un six pack de cervezas, efectivamente se acordaba de mí y nos volvimos a mirar con deseo de probarnos.
Mi deseo estaba que explotaba, no me aguanté y le toqué el pene porque él me dio pie con esa mirada incitante. De inmediato, sentí como iba creciendo y endureciendo su vergota, nos fuimos a la bodega y entre paredes nos dimos un beso tocándonos mutuamente.
Quería su pene en mi boca, así que le bajé su pantalón y comencé a hacerle sexo oral. Era una verga grande y deliciosa, se vino en mi boca saciando mi sed de saborear su deliciosa piel.
No duró ni 10 minutos su verga en mi boca porque tenía que seguir trabajando, pero me tragué toda su rica lechita. Me decía que nunca había hecho algo tan loco y mucho menos con otro hombre.
Todo pasó muy rápido, pero me dijo que apenas cerrara la tienda, llegaba a mi apartamento y así fue. Me llevó otro six pack de Coronas, puse música y comenzamos otra vez… nos comimos a besos y nos masturbamos el uno al otro. Fue realmente excitante e inesperado, al final terminó poniéndome en cuatro frente al balcón acariciando su pene por mis nalgas, luego lubricando mi ano para introducirlo poco a poco.
Nos comimos delicioso. Fue una de las mejores penetradas que he tenido y siempre me ocurre con los chicos de la tienda. No sé si será un fetiche, pero actualmente estoy detrás del chico de la tienda de mi mejor amiga. Tengo ansias locas de experimentar, que me coman con la nevera abierta y que luego me suban en el mesón de la tienda.
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