Connect with us

Tres increíbles secretos jamás contados

fantasías sexuales

Confesiones SIN CENSURA

Tres increíbles secretos jamás contados

¿Quién puede imaginar que una alguien que recién conoce su pubertad puede sentir deseo sexual? Les contaré mi historia.

Tan solo con 10 u 11 años de edad lo sentí, no lo recuerdo bien, solo sé que mi inocencia aún estaba íntegra, hasta la noche que unos gemidos me hicieran despertar, no me lo explicaba. Primero sentí nervios pero esto se repetía prácticamente todas las noches; a veces leves, a veces fuertes, pero siempre excitados, ¡Oh sorpresa! Era mamá; de ella les diré que siempre ha sido una mujer candente, por lo mismo les he contado que era algo repetitivo de casi todas las noches.

Pero mamá no estaba sola, también escuchaba los gemidos y la voz agitada de aquel hombre que la embestía por reiteradas veces en una noche; les aseguro, que era tanto el placer que yo escuchaba en aquellas faenas que empecé a sentir un cosquilleo inexplicable en mi vientre y en mi diminuto clítoris. No sé si fue casualidad o ya era mi hora de conocer las delicias del sexo, pero justamente en esos días llegó a casa de mamá un tío recién salido del ejercito con un novedoso celular, se lo pedí prestado en una ocasión para jugar pero, como todo niño es curioso, revise la galería encontrando allí unos vídeos porno, vaya juegos los que aprendí.

Nunca olvidaré a esas dos mujeres muy sexys en aquellos vídeos; era una rubia y una morena lamiendo cada una la vagina de la otra, tocándose y penetrándose con sus dedos y lanzando unos gritos de placer similares a los de mamá, mi mente traviesa desde entonces entendió por fin el cosquilleo en mi pequeño timbre y, con cada noche despierta por los gemidos, empecé a practicar la masturbación. Acariciaba mi vagina con mis dedos y luego hice las practicas encima de mi muñeca favorita que por cierto, dormía conmigo y solo me hacía parar un temblor en las piernas.

secretos webcam

Tiempo después decidí contar mi secreto a mi mejor amiga de infancia y le enseñé con mi mentalidad pervertida lo que sabía hacer, ambas nos quitamos la ropa en mi habitación le enseñé a tocar su timbre vaginal con los dedos y luego le hice la demostración de lo que hacía con mi amante muñeca y les aseguro que mi amiga también disfruto y conoció por primera vez ese placer de la vida.

transcurren años y por fin dejé de lado las practicas con mi amante muñeca, ya era hora de enfrentar la realidad con mi primer novio que llegó a mis 15 años de edad. Mi primera vez fue en un motel de la ciudad, no lo podía creer, llegué con mucho temor porque todas las compañeras del colegio no vírgenes decían que perder la virginidad era algo doloroso, pero en mi noche de pasión fue lo contrario. Hubo mucha paciencia, excitación y ternura, solo un leve dolor, ese hombre sabía perfectamente acariciar mi zona V con delicadeza y sabia pasar su lengua perfectamente por encima de mi clítoris, estaba experimentando por fin el sexo oral que vi desde niña en aquellas mujeres del vídeo.

Esta vez experimentaba con una lengua gruesa, más larga, delicada, pero a la vez un poco áspera; eso me encantó; con ese hombre hubo muchos más encuentros sexuales pero los que más he sabido atesorar y hoy los comparto con ustedes era cuando este llegaba de visita a casa, a esa edad ya no estaba con mamá por circunstancias de la vida, estaba en casa de mis abuelos. Mi abuela me pedía acostarme en su cama cuidando una virgen que hacía rato había entregado su miel, solo sé que sentía mayor adrenalina porque a la media noche cuando todos estaban dormidos mi mente perversa me ayudaba a despertar y me incitaba a escapar a la cama donde acostaban a mi novio, por cierto, en la misma habitación de mis abuelos; llegaba con cautela a tapar su boca, luego pasaba mi lengua mojada por sus labios, me trepaba encima bajaba su pantaloneta y me dedicaba a chupar su pene un buen rato cuando este ya estaba duro y erecto levantaba mi pijama y empezaba a cabalgar. Yo tapaba su boca y el la mía para que no se escucharan los gemidos y evitar despertar a los abuelos. Así fueron la mayoría de nuestros encuentros hasta que el hombre decidió irse de mi vida.

El mundo no se acaba con una ruptura y, luego de 2 años, conocí un nuevo hombre y con él empezó la mejor etapa de mi sexualidad. Puedo decir que experimenté el verdadero Kamasutra, hacía posiciones que no conocía.

Durante esta etapa también experimenté el sexo anal, algo doloroso la primera vez pero luego fue tan placentero que, cada que yo lo deseaba solo era sentarme de espalda con mi ano bien abierto encima de su erección y mi rostro hacia los gestos de gloria mientras el introducía su pene profundamente y llevaba su dedo medio a mi boca para que lo chupara suciamente, mientras que con su otra mano metía sus dedos índice medio y anular dentro de mi vagina; ¡oh, por Dios! amaba esa triple penetración.

También conocí una posición que hoy puedo decir es una de mis favoritas, el famoso 69, donde ambos delirábamos con los buenos lengüetazos que nos dábamos. Este hombre más sutil me dio a conocer el placer de las mordidas en el clítoris que me hacían llorar de emoción. Pude tener hasta tres orgasmos en una sola faena con él, cuando se convirtió en mi pareja de convivencia tuvimos la oportunidad de practicar el sexo en cualquier rincón de la casa, en todas las habitaciones, en la sala, en el baño, ambos enjabonados; encima del mesón de la cocina e incluso en el lavadero. Ese lugar me gustaba más porque encendía mis hormonas al pensar en la posibilidad que otras personas de los patios vecinos nos observaran.

sexo fantasias webcam

Era tanta la pasión que teníamos en común que él decidió entregarme un excelente regalo de aniversario, me llevo a un bar swinger ¡Semejante sorpresa para mí! En ese tiempo a pesar de ser tan sucia en la cama, era algo moralista al pensar que jamás iba a compartir mi pareja con otra persona, pero allí cambió mi perspectiva.

Para entrar en calor comenzamos tomando una botella de vodka. Entre trago y trago le permití bailar con una erótica y sensual mujer desnuda que estaba en la barra. Al ver la excitación en sus ojos tomé la decisión de acompañarlos a bailar. Ese día llevaba puesto un vestido negro suelto, vestido que mi hombre no desaprovecho para calentarme en ese baile. Empezó a acariciar mis labios vaginales hasta llegar a mi clítoris y luego introdujo sus dedos en mi húmeda vagina hasta que de repente, terminamos completamente desnudos en una habitación de masajes con muchas camas y muchas personas practicando tríos y orgías.

No lo podía creer, parecía un sueño ver tantas personas disfrutar lo exquisito sin ningún tipo de pudor. Me prendí tanto en esa habitación que después de deleitarme con un fascinante masaje por una pareja desnuda encima de nosotros terminamos en un jacuzzi con esa pareja y entre besos y caricias con esos desconocidos realizamos el mejor acto sexual de mi historia. Yo con dos hombres penetrando mi vagina y mi ano mientras una mujer lamia y chupaba mis pequeños senos y luego pasaba su lengua mojada por mis labios.

Él también tuvo la oportunidad de cumplir su fantasía cuando me vio practicar con esa mujer lo que yo vi de niña en aquel video. Había mucha lujuria y placer al practicar este acto de lesbianismo. Besos, caricias, masajes, lamidas vaginales, penetración de sus dedos en mi vagina y penetración de mis dedos en la suya hasta tener muchos orgasmos. Desde ese momento entendí que debía estar en un lugar donde se pudiera disfrutar diariamente de la sexualidad, y fue así que llegué aquí, al mundo webcam, cumpliendo deseos que desde niña empecé a experimentar y cumpliendo fantasías a otras personas. Siento que es una misión de vida para mí. También les comparto una frase célebre que obtuve con esas experiencias «Lo que se han de comer los gusanos, que lo disfruten los humanos». Ahora la invitación a todos los lectores es aprendan a vivir sin límites que la vida es una sola.

Por favor comparte en tus redes esta confesión para que otr@s se animen a contar la suya también

Invito a todas las modelos webcam a conocer las confesiones de otr@s clic acá

Dannimoon

Más en Confesiones SIN CENSURA

 

 

Lo más leído…

Etiquetas

 

Arriba
Conversa con Nosotros
Enviar