Seductoras prohibiciones

Desde pequeña siempre tuve prohibiciones, mi vida siempre fue inclinada hacia lo estricto y puritano. Mis padres me llenaron de tabúes la cabeza, no podía hacer o sentir por mi cuenta, ellos indicaban lo que era correcto según sus pensamientos; interactuar con otras personas para mi estaba prohibido, no podía ni salir a jugar con otros niños.

Una aventura entre 3

Siempre he sido de mente abierta y es una de las razones por las que soy modelo webcam.

Inicié mis estudios en un colegio religioso de chicas, pasé toda mi vida escolar ahí. Era común ver como otras chicas interactuaban entre ellas, compartían, incluso algunas de más en los baños o a escondidas en los salones; mi cabeza estaba tan transformada que esas cosas no me importaban.

Era la rara del colegio, ignorada por muchas, pero solo una chica se acercó y cambio mi vida para siempre. Recuerdo el momento en que ella llegó a mí, pasaba mis descansos recostada en un árbol del patio, ya era mi lugar preferido.

El 13 de marzo de hace 6 años llegó a simplemente hablarme:

– ¿Por qué siempre te quedas aquí solitaria habiendo tantas cosas por hacer y explorar en este aburrido colegio?

– No sé, tal vez simplemente disfruto estando alejada de todos.

Obvio no lo disfrutaba, simplemente estaba condicionada a que la interacción con otras personas era una distracción para mi propósito de vida. Con ella fue distinto, se atrevió a hablarme y a abrir mi mente bloqueada por los prejuicios de mis padres; con ella no tuve nada, solo fue una bonita amistad.

Siempre estuve acompañada de mi amiga Manuela, me ayudó a ver las cosas de una manera distinta, ella era atrevida y le gustaba descubrir nuevas experiencias. Gracias a ella fue que sentí curiosidad de explorar mi cuerpo, me tocaba todo el tiempo, tanto que a mis 23 años me daba buenos orgasmos solo con mis dedos.

A pesar de que fui la chica con el mejor promedio, no encontraba empleo, era muy complicado, mientras que mi amiga Manuela se daba lujos, viviendo su vida feliz. Me atreví a hacer los mismo que ella, una modelo webcam.

Tenía un montón de dudas, todavía era virgen a los 23 años, pero logré iniciar en el mismo estudio que Manuela, así que me sentía un poco más tranquila. Empezaron a salir todas esas seductoras prohibiciones que tanto me habían negado, claro que en mi cabeza solo estaba el pensamiento de trabajar y generar ingresos.

Inmediatamente todo tomo un rumbo distinto cuando conocí a mi monitor… ¿Qué puede pasar por la mente de una chica que no había hablado con un chico guapo, amable e inteligente?

Pues lo primero que sentí fue deseo por él, no sé porque, si nunca había experimentado este tipo de cosas, todo era nuevo para mí. Emociones fuertes comenzaron a surgir esa primera semana, por un lado, me enfrentaba a este nuevo mundo de ser una modelo webcam que le tocaba comprender a hombres que no veía pero que me enviaban dinero y conocer sus perversiones, mientras que, por otro lado estaba ese deseo que sentía cada vez que veía a mi monitor.

Cada vez que me explicaba algo, quería que me tocara, me metiera sus dedos y conociera mi vagina, que me besara, que lamiera mis pezones, que recorriera cada parte de mi cuerpo con su pene. Esos primeros días me la pasaba fantaseando con él.

Dos semanas después mis deseos hacia él crecían y al parecer, también ocurría lo mismo con mi monitor. Su mirada se volvía más pícara, notaba que me quería quitar la ropa, ya me tenía más confianza al hablarme, me tomaba por la cintura para explicarme posiciones y se le notaba que lo hacía con la intención de antojarme.

Para mí seguía siendo raro que me pasaran este tipo de, no podía entender como alguien sin tocarme me hiciera mojar, me hiciera querer quitarme toda mi ropa y saltar sobre él, quería tenerlo dentro de mí, que fuera su pene el primero.

Había notado que los miércoles nos quedábamos solos, ya había planeado cómo entregarme a él sin decirle nada. El plan era pedirle que entrara a mi cuarto para que me ayudara con algo y en ese mismo instante lo haría mío; quería sentir su cuerpo, su aroma, sus labios con los míos y su pene dentro de mí.

Llegó ese miércoles y ya estaba excitada de solo pensarlo, cuando entró al cuarto noté en su mirada que sabía lo que iba a ocurrir, tenía oscuras tentaciones y ganas de cumplir su deseo de comerme. Inmediatamente los besos comenzaron a subir la excitación, yo quería su pene dentro de mí y él quería sentir mi vagina completamente mojada por tanta excitación.

Luego de los besos me empezó a tocar y desnudar, lentamente bajó por mi cuerpo, chupó mis senos, mordió mis pezones, lamió mi ombligo, tocó mi vagina y me empezó a hacer mi primer oral, abrió las puertas a nuevas sensaciones que jamás había sentido cuando me tocaba yo misma y con mi poca experiencia le devolví el favor a él.

Sentir un pene por primera vez en mis manos era emocionante, lo llevé a mi boca, sentía su rico sabor, mi boca estaba echa agua, no puedo describir la sensación que pasó por todo mi cuerpo, sentí un corrientazo que bajó hasta mi vagina cuando lo toqué con mis labios; lo mejor fue ver su cara de placer cada vez que pasaba mi lengua desde la base hasta su cabecita. Estaba ansiosa, quería que me lo metiera por mi vagina, me acosté boca arriba, abrí mis piernas y rozó su pene con los labios de mi vagina, no aguantaba un momento más, lo quería dentro de mí.

Mi cuerpo entre varios

Hola, les confieso que mi fantasía sexual es que cuatro hombres o más me toquen, y es así como lo imagino.

Mi monitor sabía que era virgen y después de ponerse el condón jugó suavemente con la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina, fue algo doloroso, pero gano más el placer y el deseo. La entrada y salida suave de su pene ponía a hervir toda mi sangre, la excitación y las sensaciones nuevas eran tantas que mojé toda la cama a los pocos minutos.

Hasta el día de hoy mi monitor sigue dándome placer cada vez que podemos, con la diferencia que ya no es sólo los miércoles, si no que ahora es casi todos los días. En fin, digamos que simplemente me dejé llevar por esas ricas, deliciosas y seductoras prohibiciones.

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