Deseo encerrado

Mucho antes de entrar al mundo Camgirl sentía curiosidad por experimentar sexo apasionado y fuerte. Con mi pareja tenía un obstáculo, por más que le dijera como quería que me tratara a la hora de hacer el amor, hacia todo lo contrario; igual lo disfrutaba, pero quería algo distinto, sentir como halan mi cabello y me dan nalgadas, por ejemplo, quería que me follaran duro y sin piedad.

Del dolor al delirio

Una noche salí con un chico que a simple vista me parecía interesante y muy provocativo.

Me vi en la obligación de experimentar con otros hombres para conseguir lo que quería, sé que está mal, pero no me arrepiento. Me sentía viva y apasionada con las cosas que llegue a hacer, muchos me dieron los orgasmos más intensos y con mi novio tocaba la parte cariñosa.

Conocí a un chico más joven que yo, me hacía llegar al clímax con solo tocarme, no pensé que aquel pequeño niño lograra hacer lo que mi pareja no podía. Me amarraba, daba nalgadas mientras halaba mi pelo, dejaba marcas de placer en mi cuerpo; llegue a tener una obsesión con este hombre, no podía pasar un día sin sentirlo conmigo.

Domicilios hot

En una noche de domingo fría y lluviosa me encontraba en mi sala acompañada de una copa de vino.

Cuando inicié en el webcam, me di cuenta que era normal este tipo de fetiches, era la clave para llegar al clímax. En mi show suelo hacer este tipo de cosas que me gustan y los usuarios disfrutan ver como tengo orgasmos intensos.

Hasta el momento no tuve más contacto con este jovencito, pero lo recuerdo en mis shows cuando juego con el dildo imaginando que es él.

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