Excitación por mi abuelo

Todo empezó cuando tenía aproximadamente 13 años. Siempre había sentido atracción por hombres mayores, me gustaban las manos grandes, las voces gruesas y ver qué tan imponente podría llegar a ser un hombre mayor.

Mi fantasía con el de la tienda

Nunca pasaba de un mal pensamiento de niña, pero siempre estaba allí en mi mente. Todo cambio cuando se mudó mi abuelo con nosotros, eso hizo que mi pensamiento de niña pasara a querer hacerlo realidad.

Quiero contarles un poco más a fondo quien era mi abuelo, con el fin de intentar hacer sentir el deseo que en ese momento de éxtasis sentí por él. Él era Evangélico, era muy metido en su mundo, podría decirse que su vida giraba en torno a cultos y biblias. Era demasiado recto en sus creencias, defendía a capa y espada lo que pensaba al respecto.

Al pasar los días de que él se mudara con nosotros, empecé a fantasear con mi abuelo, me imaginaba sus manos gigantes rozando mi pequeña vagina, era extraño porque alcanzaba a imaginar su pene entrando por mi estrecha vagina.

Sentía un deseo inexplicable por que él besara mi vagina y tocara mis senos. Me sentía tan sucia pero el deseo me ganaba siempre. Intenté llamar su atención, me ponía pijamas muy pegadas, quería lucir que ya tenía senos un poco grandes, que viera todo lo que podría obtener de mi si tan solo sabía captar mis intenciones.

Claramente no paso mucho tiempo para que dejaran de pasar desapercibidas mis insinuaciones un tanto atrevidas. Un día mi mamá tuvo que salir a trabajar en el turno de la noche y mi hermano estaba donde su papá. En ese entonces estudiaba en la tarde, cuando llegué me topé con la sorpresa de que mi abuelo estaba solo en la casa.

Inmediatamente se pasó por mi cabeza sus manos rozando mi vagina, el deseo fue increíble. Me toque mi vagina y estaba muy mojada, sentí que tendría la oportunidad para hacer que mi abuelo me ayudara a cumplir mi fantasía.

Salí corriendo a ver dónde estaba, subí las escalas y lo vi en su cuarto leyendo su biblia. Estaba tan concentrado que no se dio cuenta cuando entré a su cuarto, solo hasta que aseguré la puerta. Inmediatamente se asustó, se puso muy nervioso y sudaba demasiado.

Me causo mucha risa verlo tan nervioso, le dije que se tranquilizara, que solo quería hablar con él. Creo que eso hizo que se pusiera aún más preocupado, se levantó de su cama e intento decirme que habláramos afuera poniendo sus manos en mi hombro para intentar hacer que saliéramos.

Sentí que empezó palpitar mi vagina de inmediato, no aguante mis ganas y cogí sus manos e intente llevarlas a mis senos, le dije que quería que me besara, que sentía un deseo inexplicable de que me tocara.

Se alejó de mi inmediatamente, se sentó en la cama y me dijo que estaba mal, que era mi abuelo y que tenía que sacar esos malos pensamientos, que jamás iba a pasar algo así.

Me dijo que su religión no le permitiría dejarse llevar por los pensamientos de satán. Yo no quería dejar que la oportunidad pasara, estaba más excitada que nunca y decidí quitarme la ropa así el estuviera oponiéndose a mi insinuación.

Creo que en ese momento sus creencias pasaron a segundo plano, no pudo resistirse. Vi que su pene se empezó a parar, el momento se puso demasiado intenso, comencé a tocarme, me deje llevar por el momento y me fui acercando hacia mi abuelo, note que tenía demasiado duro su pene, eso me puso muy caliente.

Empecé a tocarlo por encima del jean y poco a poco iba cediendo. Chupaba mis senos y luego bajo lentamente para lamer mi mojada vagina, fue la experiencia más excitante de mi vida. Estaba tan mojada que bajé su pantalón y decidí lamer su pene hasta hacerlo acabar, era delicioso pasarme su verga por mi carita.

La perversión de mi padrastro

Luego me monté sobre de él e intente hacer movimientos que le causaran mucha excitación. Ese día finalmente fue la primera vez que tuve sexo con mi abuelo, aun siento deseo extremo por él, a veces voy a visitarlo para que hacerlo masturbar y cuando no puedo ir, le doy mi página web para que me motive mientras trabajo en la webcam.

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