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Una modelo también puede ser amada

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#Amor a la webcam #No al Acoso Social

Una modelo también puede ser amada

Ser modelo webcam en muchas ocasiones nos hace creer que estamos destinadas a no encontrar a un compañero de vida, que entienda nuestra profesión y que nos valore más allá de lo que ven en nuestros shows. Es difícil pensar que sucederá, que de la noche a la mañana o que un día de la nada llegará el hombre que de manera respetuosa y tolerante pueda brindar  apoyo incondicional. Sí que es difícil creerlo.

Para muchos y para la sociedad en general, la mujer que se dedica al modelaje webcam es «la prostituta virtual» o «la que vende su cuerpo» a través de una pantalla a hombres solitarios. Pero están equivocados, tal vez por su poca cultura y falta de conocimiento al respecto a nuestra profesión.

Ese tipo de personas que piensan forma tan cerrada, son las primeras que quieren hacer daño a otros y es precisamente por esa razón que los ignoro, para no dejar que nada de lo que digan me afecte. Sé a qué me dedico y sé quién soy.

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He aprendido que con paciencia ese hombre del que les hablaba al principio llega, como me llegó a mí. Fue un encuentro inesperado, yo estaba en mi show y él llegó, no supe cómo ni por qué, pero poco a poco nos fuimos acercando.

Al conocerlo me di cuenta que él es un ser que sobrepasa todas mis expectativas, ahora le llamo cariñosamente “mi lotería”, porque este hombre es como aquellos premios que solo se ganan una vez en la vida y desde que entró en ella ha inundado mis sentidos con amor y seducción, además de que debo confesar que él es un fiel fetichista del Voyeur, por lo que le gusta verme totalmente desnuda tocándome y acariciándome, cosa que aporta a nuestra relación el picante exacto para manejar con gran pasión y desenfreno nuestros encuentros en la cama.

Sus fetiches sumados a mis deseos nos han permitido explorar de maneras distintas nuestros cuerpos, para derrochar buen sexo y amor por doquier. Ese premio se lo debo a mi trabajo y a lo mucho que me gusta ser modelo web, a cuanto me valoro y respeto, a saber esperar pacientemente por alguien que me amara como soy, sin dar lugar en mi pensamiento a personas que solo quieren juzgar sin saber con plenitud todo lo que es ser una camgirl.

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Así que este relato es para que el mundo sepa que ser modelo webcam no es sinónimo de quedarnos solas o de no encontrar un amor bonito. Todo lo contrario, nos brinda la oportunidad de conocernos, autoexplorarnos y darnos el tiempo de que esa media naranja llegue a nuestra vida y nos apoye con nuestro trabajo sin ningún tipo de crítica, rechazo o señalamiento, que nos honre tal y como somos.

Laura Toro

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