Descubrí el lado alocado que todas llevamos dentro

Desde mis inicios en la carrera como modelo webcam, tuve que aprender a tocar mi cuerpo y a descubrir los puntos sensibles en él, aquellos que me causan placer durante el show. Eso es algo que poco a poco va aflorando y que mientras más se pone en práctica, más rápido vamos descubriendo lo que queremos que nos hagan en la cama.

El ser camgirls nos invita a reconocernos, a explorarnos e ir dejando a un lado lo que por error nos enseña desde muy pequeñas la sociedad, sociedad que al final está llena de prejuicios.

Lee también: Mi admirador secreto y un excitante encuentro inesperado

Recuerdo mi primer día frente a una cámara; estaba nerviosa, me desvestí con mucha prisa, abrí mis piernas sin tener idea de lo que era ser sensual y mucho menos saber disfrutarme, sentía cierto pudor ante eso. En ese momento solo pensaba en todas las moralidades que me fueron inculcadas por mis padres y que me rehusaba a dejar atrás. 

Ese día sentí que faltaba tanto en mí y había un gran vacío, que tomé la decisión de valorar mi cuerpo y lo que hacía por respeto a mí y a mis seguidores. Poco a poco y con ayuda me di cuenta de lo que estaba haciendo mal y lo que debía hacer para mejorar,  acepté mis fallas y me di la oportunidad de aprender lo que es la sensualidad e indagar hasta dar con los puntos de placer que hay en mí, querer mi cuerpo y aceptar mi despertar sexual.

Lee también: Diluida en el éxtasis del sexo alocado

Hoy veo cómo el estar aquí me ha enseñado tanto, la verdad con cada show, así como con cada loco que visita mi sala, he comprendido que yo también hago parte de esta locura, que todos tenemos oscuros deseos y a veces por el miedo de ser juzgados no nos permitirnos sentir y vivir sin censura e ignoramos lo que realmente nos eleva como seres humanos a la hora de sentir placer y seducir.

Ahora cuando me veo en el espejo y me doy cuenta de que ya no soy esa mujer que pensaba en que el placer era «pecado», cuando lo único realmente malo era dejar de ser feliz por moralismos absurdos.

Amo lo que hago, me encanta ser la chica que dice sí a cualquier idea loca que alguien pueda pedir, en mi relación de pareja que contrario a verse afectada por lo que hago, se ha fortalecido. Ahora solo observo con detalle a  las personas que me cruzo en el camino y pienso si tal vez ya ha descubierto su lado loco. Me pregunto qué tantas cosas fantaseará en su cabeza o si por el contrario, también se siente frustrada como alguna vez yo lo estuve por el simple hecho de querer seguir reglas, reglas que al final están hechas para romperlas.

HotBrix