Diluida en el éxtasis del sexo alocado

Es increíble como de la nada se presentan oportunidades placenteras que jamás se nos habían pasado por la cabeza. Debo confesar que por primera vez a mis 23 años de edad, me di la oportunidad de conectarme sexualmente con un hombre, hombre que me llevó al cielo y me hizo volver a la tierra completamente saciada y que aún cuando ya había llegado al clímax me mantenía en la cama diluida en el placer.

Sucedió anoche cuando me dejé llevar por la curiosidad y las ganas locas de experimentar algo nuevo, mi acompañante en esta aventura fue mi amigo, un amigo al que deseaba en mi cama desde hace tiempo atrás. Nos tocamos, nos besamos, nos desbordamos y puedo decir que fue una experiencia increíble, algo fuera de lo normal. Tuvimos sexo desenfrenado durante 5 horas seguidas en las que nos dejamos envolver por el placer y en las que incluso hicimos posiciones jamás vistas en libros legendarios como el Kamasutra.

Este encuentro hizo que por primera vez me sintiera completamente conectada con un hombre. Él recorrió mi cuerpo y estimuló mi ano y mi vagina al mismo tiempo, entraba, salía, y volvía en mí creando una sensación de éxtasis. Luego yo empujada por aquel estímulo también decidí acariciar su punto “G” a través de su ano. Esto era algo totalmente nuevo para mí.

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Él disfrutaba de mis caricias; su cara, su cuerpo y sus gestos me deleitaban tanto, que hizo que me mojara y que mi mente se abriera a muchas posibilidades al momento de tener sexo que antes no conocía. Esta era una sensación nueva. El hecho de que un hombre me haya dejado estimular su punto “G” es algo que jamás olvidaré y trataré de ponerlo en práctica para elevar a esa persona al verdadero placer.

El recordar como lo excitaba, me hace pensar que a pesar de que son muchos los hombres se cohíben de esto porque piensan que es indebido o que les resta virilidad, la verdad es que no saben de lo que se están perdiendo, no saben lo que es sentir verdadero placer. Yo lo comprobé al ver la cara de mi amigo y lo que ambos sentimos mientras lo hacía, no tiene precio.

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Invito a todas las mujeres a abrirse a todo lo que crean diferente al momento de entregarse en la cama y si lo hacen, les aseguro que van a disfrutar de una noche de sexo insuperable, tal como me paso a mí.

Puedo asegurar que el haber tenido sexo sin cohibirme y permitiéndome experimentar con nuestros cuerpos posiciones sexuales y nuevos placeres, ha sido una de las experiencias sexuales más maravillosas que he tenido en la vida

Marce Guzmán