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Para mis esclavos, soy su esclava

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Confesiones SIN CENSURA

Para mis esclavos, soy su esclava

Debo confesar que soy una mujer muy segura a la hora de querer un romance, y que suene lo más egocéntrico del mundo, esa seguridad se la debo a que siempre he sido la chica “con un montón de chicos detrás de su cuerpo”. Tengo lindas alas que me hacen libre, un alma loca y un carácter tan fuerte que me hace estar preparada para atravesar cualquier situación.

Pero como todo en la vida, uno no nace con cualidades y seguridad marcadas; no crean que siempre fui así de firme y segura de mí, yo era una niña que tenía serios problemas de autoestima, que muchas veces atentó contra su vida porque se sentía encerrada, que veía como sus alas apretadas buscaban un escape, e incluso, que se sentía la niña más fea de cualquier lugar al que llegaba. Era en ese momento donde se debatían el orgullo de ser una joven con muchos pretendientes, que podía tener a todos a sus pies y mi poca seguridad. 

A pesar de esas luchas internas, había algo que sentía constantemente y era la necesidad de tener a todos esos hombres rendidos ante mí, pero al mismo tiempo hacerlo no saciaba mi sed y se tornaba poco suficiente.

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Hace un año decidí trabajar como webcam y darle un rumbo distinto a mis batallas, a mis complejos y aventurarme a experimentar cómo podía saciar esa sed, sed no descifraba pero que me gustaba. Luego de tanto buscar y trabajar en mí, logré recuperar mi autoestima, me puse la corona y ya no hay quien me haga creer que no soy una reina, pues ya no depende de nadie sino de mí. 

He aprendido a entender que somos perfectas cuando nos aceptamos y nos damos amor, cuando provocamos temblor en cuerpos ajenos, que quedan enviciados y con sed de nosotras. Toda esta aventura me ha dado la oportunidad de a ver la felicidad en aquellos hombres que quieren saciar su placer al verme y cada vez que puedo los dejo queriendo más. 

Descubrí que la necesidad que se escondía en mí eran las ganas de saciar a mis hombres y saciarme, revelar mi naturaleza me ha hecho ser más segura y firme de lo que quiero, de cómo lo quiero.

En cada show puedo sentir como mis usuarios se creen mis amos y yo su sumisa, esto me hace enloquecer. Pero lo que ellos no saben, es que lo que realmente me vuelve loca es ese instante en que llegan al clímax, pues ellos que se creyeron mis amos terminan siendo mis esclavos, rendidos ante mis pies, mis senos y deseos.

Lianna

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