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De santa a diabla

Santa

Confesiones SIN CENSURA

De santa a diabla

Mi vida dio un completo giro al convertirme en modelo webcam. Ya que gran parte de ella transcurrió en una iglesia y una familia muy estricta, llena de perjuicios y moralidad.

Recuerdo que en el colegio me llamaban la monja y se puede decir que casi lo era. Básicamente era una chica que usaba faldas largas, nunca usaba maquillaje, era de las que el simple hecho de pensar en que un hombre me tocara la mano ya era un pecado mortal. Oraba todos los días e incluso juntarme con otras chicas que no fueran de mi religión ya para mí significaba que probablemente me iría al infierno. 

Luego con el tiempo en un momento de rebeldía, sentí la necesidad de buscar algo que me ayudara a sacar todo lo que había reprimido dentro de mí por tantos años. Y de la nada, por necesidades económicas, me topé con la oportunidad de ser chica webcam.

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Al principio sentí una lucha moral y religiosa dentro de mí, pero después, al darme cuenta de que era lo que estaba buscando para encontrarme a mí misma, terminé enamorada. Ver de cómo podía ser yo misma frente a una cámara, mientras era juzgada por los que me conocían y amada por quienes no, me resultaba satisfactorio.

Llegué al punto que quería sentir placer, porque podía ser yo sin miedo a ser juzgada. Sentirme mala y rebelde me ha hecho vivir el momento más excitante de mi vida.

Ser modelo webcam cambió todo lo que era y debo confesar que ser una camgirl me liberó, sacando lo diablita que estaba atada con una cuerda de santa, una santa que solo existía en mi imaginación y no en mi ser. 

Georgina G.C. 

 

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