Connect with us

5 bestias me devoran

Confesiones SIN CENSURA

5 bestias me devoran

Soy una mujer trigueña, admirada por mis ojos café, grandes y expresivos. Mis labios son carnosos, rojos, provocativos. Cuando camino, los hombres me miran con lascivia; veo en el brillo de su mirada el apetito de comerme. Pienso que les gustan mis pechos grandes y redondos, mis caderas curvas seguramente los hacen anhelar atraparme para sentir mis cilíndricas nalgas firmes que se pronuncian en mi andar.

Desde que soy modelo webcam, comencé a ver muchísimo porno, y por alguna razón extraña, empecé a desear penes grandes, voluminosos que, aunque me gustaban, ahora se me apetecían con mayor avidez, llegando al punto de salivar sin darme cuenta, ansiando degustarlos como si fueran un helado, y me mojaba imaginando que se derretían en la comisura de mis labios, mientras bajaban los hilos de humedad por mi boca.

bestias

Desde que comencé a pensar en ello, he tenido una fantasía que me consume por dentro, haciéndome estremecer en lo profundo de mi ser. Me gustan los negros corpulentos, y pienso mucho en ellos, imaginando sus potentes penes erectos, que se aparecen como enormes conos de helado de chocolate que quiero chupar. He soñado que estoy siendo sometida por un grupo de vergas negras enormes que se turnan para hacérmelas tragar. Me excito en extremo, vislumbrando que chupo una, y otra, y otra, sin parar, desesperadamente tratando de sentirlas todas en mi boca esperando que no se vayan a acabar.

Se pone más delicioso para mí, cuando imagino que llego a mi casa y tengo 5 ennegrecidas bestias esperándome. Entro, y con la señal de mi mano uno a uno voy llamando.  Cuando llega el primero lo hago desnudar, y veo su palo erecto apuntando hacia mí. Arrodillándome se lo comienzo a chupar sin descanso, mientras gime y fuerte me coje con su mano del cabello para que me lo trague más. De reojo observo a los otros 4, que como caballos en calor rechinan esperando el movimiento de mi mano, para darles permiso de que vengan. Cuando tengo esa verga enorme en lo profundo de mi garganta, levanto mi mano para dar permiso a los 4 restante para que se unan a la fiesta.

Se acercan desnudos, con sus duros penes destilando agua de lo mojados que están. Uno a uno me voy turnando para probarlos a todos, y cada negro resopla como un bárbaro que, por solo instinto, me quiere culear.

Estando en círculo, con sus vergas en mi boca, uno de ellos se acuesta y acomoda de tal manera que puede verme el sexo. Acomodando mis piernas, para que las abra y deje entrar su negra cabeza, saca su rosada lengua y me da un espléndido oral. Su lengua no para de revolotear, y mientras la siento en mi vagina haciéndome las mil maravillas, chupo desesperada el pene de uno de sus compadres, que no para de agarrarme de la cabeza para tocar con su punta desesperadamente la campana de mi garganta.

Los otros 3, en el frenesí, luchando por probar de mi ganosa boca una mamada, desesperados se van acomodando para penetrarme a como dé lugar. Me arrancan de las delicias del negro que me lame abajo y, poniéndome en cuatro, uno de ellos, el de la verga más grande, me comienza a penetrar. Cual máquina asesina ingresa en mí una y otra vez, y yo no puedo parar de gritar. El placer descontrolado de mi cuerpo me lleva desesperadamente a meterme dos vergas que tengo frente a mí, en la boca. Las trago ambas, como puedo abro mi boca hasta su máxima capacidad. Siento como, mientras uno me lo mete estando en cuatro, otro me levanta por debajo, y lucha con el que ya me tiene empalada para tratar de meter su verga también. Siento ambas armas filosas tratando de entrar en mi vagina, que palpita hirviente como un volcán. Al final una de ellas gana, y entrando hasta el fondo me hace gritar. La que está entrando pertenece al negro que está acostado chupándome las tetas, que no suelta porque va al compás de la penetración frenética que me hace una y otra vez. Mientras me chupa las tetas me lo mete sin compasión.

bestias

Estando penetrada por el que está acostado, y teniendo las dos vergas en mi boca, los otros dos, desesperados, buscan acomodo en la escena. Uno de ellos hace una posición de silla, como si se fuera a sentar, y me coge por las caderas para metérmelo por detrás. Mientras tengo la máquina asesina en mi vagina, siento la punta del otro en el orificio de mi ano, que está a punto de reventar. Estando en la entrada de mi orificio anal, finalmente siento la violencia con la que entra el pene de ese negro que también desesperado me quiere follar. El otro, mientras tanto, acerca su pene también a mi ano, y uno a uno se pelean para ver quién entra y se queda más. Se van turnando, mientras me comen entre todos, y yo no paro de temblar y correrme sin saber cuántas veces porque he perdido el control de mi ser. Mi conciencia solo es placer, mientras llego al clímax al sentir como los 5 negros se vienen a la vez encima de mí. Por mi boca sale el semen a borbotones de las dos pijas que estaba chupando, mientras en mi culo y en mi vagina chorreo por una fuente que se confunde con su semen y otro orgasmo intenso que acabo de tener.

Todo esto sucede en mi mente, autocomplaciéndome con el dildo que estoy usando en un show privado. Es mi fantasía, mi fetiche, mi ilusión. No pararé de ver porno y aprovechar las imágenes de mis negros para darles los mejores shows a mis usuarios, hasta que llegue el feliz día en que finalmente me pase y me pueda culear todos los negros que estén en mi habitación.

Por favor comparte en tus redes esta confesión para que otr@s se animen a contar la suya también

Invito a todas las modelos webcam a que se confiesen dando clic aquí y, para conocer las confesiones de otr@s clic acá

Kim Vega

Más en Confesiones SIN CENSURA

 

 

Lo más leído…

Etiquetas

 

Arriba
Conversa con Nosotros
Enviar