Fantasías con mi mejor amigo

Siempre fui sexualmente activa, pero nunca pensé en conocer o hacer cosas fuera de lo «normal». No solía ser la más santa o quizás pensaba, que sabía mucho sobre sexo o que tal vez lo había hecho todo, pero estaba muy equivocada.

Mi sensual baño de leche

Comenzaré esta confesión diciendo que soy una webcam madurita, llevo dos años en esta carrera y he hecho muchas cosas que me han brindado placer.

 Conocí a mi mejor amigo en una fiesta muy casual, en ese tiempo él tenía su esposa y su hija de 2 años. Un hombre que si era visto en la calle podría pasar como un hombre normal. Un hombre en sus 30, alto, bastante guapo, una barba que le resaltaba su rostro de manera extraordinaria. No tenía nada malo que pensar de él, era muy común o eso creía. Él vivía en otra ciudad, así que siempre viajaba los fines de semana para descansar, visitar amigos, en conclusión, disfrutar de sus días sin trabajo.

Recuerdo bien que eran las fiestas de la ciudad donde actualmente vivo, estando en clase recibí una llamada de mi mejor amigo dándome excelentes noticias, estarían viajando todos mis amigos para pasar un rato de locos el fin de semana que se aproximaba. El día de lo que nunca imagine experimentar había llegado.

Me había preparado todo el día para pasar un rato agradable con las personas que son allegadas a mí, salir, bailar, tomar un par de tragos, ¿qué podría verle de malo?

Decidimos encontrarnos en el antro pasadas de las 10 de la noche, decidí llevar a mi mejor amiga; en el momento que llegué, desde lejos podía ver a los lunáticos de amigos que tenía. Saludé a mi mejor amigo (digámosle Carlos) con mucha emoción, al instante me presentó a una «amiga», una chica bastante guapa, me miró fijamente a los ojos, sonrió, y dijo «Mucho gusto me llamo Andrea». Al mismo tiempo les presenté a mi mejor amiga, en el momento ellos tuvieron una conexión como si se hubiesen conocido de antes. Rápidamente vi que mi amiga volteo y se sentó un poco pálida, en ese momento no le quise preguntar qué andaba mal así que seguimos en lo bueno, la fiesta.

Durante la noche me di cuenta que Andrea no era solo una «amiga», así que le pregunté a Carlos con sinceridad qué ocurría con la chica, y me confesó que era su amante de viaje, solo me reí y seguí con mi noche. Después de un par de horas, los antros cerrados, decidimos dirigirnos a un famoso motel. Éramos unas cinco personas, en esas iba Carlos, Andrea, y mi mejor amiga. Al momento de llegar al lugar seguía viendo movimientos extraños entre Carlos y mi amiga, no sabía que estaba sucediendo. Tengan en cuenta que ya estábamos bastante tomados y listos para seguir.

La siguiente escena nunca pensé vivirla, fue como un sueño… un gran sueño. Fui la última en ingresar a un cuarto, allí veía un gran jacuzzi, una cama doble, un tubo de baile, y un espejo gigante. El chico extra acostado al lado de mi mejor amiga en aquella cama dormido como un simple borracho, Andrea preparaba el jacuzzi, y Carlos se veía saliendo del baño con unos bóxers de South Park tan apretados que nunca pensé tener tanto contacto con su «pack» en mi vida. Gritó ¡Ya estoy listo! En ese momento, Andrea me acompañaría en el jacuzzi, mientras yo veía a Carlos acercándose a mi querida amiga.

Él la empezó acariciar, luego lentamente la comenzó a besar, estaba en shock, ¡no sabía que estaba sucediendo! ¿Era un sueño? ¿En qué momento? Voltee a mirar a la amante de Carlos, ella solo me miro y sonrió. Empecé a observar como cada segundo se me acercaba más, sentía el calor de su cuerpo cada vez más cerca, de repente solo sentí sus labios rosando los míos, mi vagina palpitaba de placer, de excitación ¿Era normal? mi mente no procesaba nada, la excitación solo me dejaba fluir. Entre mi viaje de calentura, escuche a Carlos decir, «disfruta tu primera vez». ¿Mi primera vez con una mujer? ¿Mi primera vez viendo una orgía? ¡Encontré mi primera fantasía!

Andrea cada vez estaba más mojada, sentía sus dulces y redondos senos rosar los míos, cogía mi cara y la volteaba hacia Carlos, viendo como disfrutaba aquel momento, introduciendo su pene, moviéndose lentamente, gemidos que se escuchaban hasta el otro extremo ¡No lo creía, cada vez me excitaba más! De repente, Andrea salió del jacuzzi, se dirigió hacia la cama, cuando menos pensé mi mejor amiga se besaba con Andrea, mientras Carlos introducía su pene con rapidez en el primer agujero que tuviera a su alcance.

Era gracioso ver como movían a aquel chico dormido de un lado al otro para que no estorbara mientras Carlos chocaba sus bolas contra las nalgas de Andrea. Mi mejor amiga se situó encima de la cara Andrea, mientras ella hacía maravillosos movimientos con su lengua y chupaba su clítoris mojado.

Me recosté en jacuzzi, abrí mis piernas, bajé mi mano y con mis dedos solo sentía lo mojada que estaba, no tenía necesidad de estar participando, pero el sentimiento de masturbarme mientras yo los miraba a ellos y viceversa fue un momento para disfrutar. Metí mis dedos hasta sentir explotar, viendo como las dos chicas en sus rodillas obedecían a Carlos, abriendo sus grandes bocas, esperando que les llegara su mejor final, fue un placer venirme viéndolas a ellas recibir una carga de «leche» ¡La de mi mejor amigo! Minutos después, solo recuerdo cinco personas acostadas en una cama doble, agitados, riéndonos de lo que vivimos cuando ¡Encontré un placer nuevo!

Mente sucia

Me he entretenido largo tiempo fantaseando cosas perversas, que me hacen feliz y mis usuarios han podido complacerme tanto como he querido.

Después de ese día, experimenté más cosas con más fluidez y con más ganas de probar cosas nuevas, jamás pensé en abrir una puerta llena de placeres que para unos son fuera de este mundo, y para mí una fantasía que dio pie a querer experimentar más.

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Aleja