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Mi cerebro, mi otro clítoris

Excitada

Confesiones SIN CENSURA

Mi cerebro, mi otro clítoris

Debo confesar que mis ganas de formar parte del mundo del  modelaje webcam empezaron desde muy chica, de hecho, apenas cumplí la mayoría de edad fui corriendo a un estudio para poder empezar a trabajar. Desde el primer momento que incursioné en ésta labor, he descubierto cosas en mí cuerpo que no sabía que existían, he aprendido a palpar los lugares exactos para obtener placeres que estaban escondidos, hasta despertar deseos oscuros que estaban dormidos.

La verdad es que si no me hubiese interesado en explorar todo lo referente al mundo webcam, jamás me habría atrevido a escudriñar tanto en mi propia sexualidad como lo hago ahora, quizás por algunos temores internos, por influencias de la sociedad o de la misma familia. Es verdad que nuestro cuerpo es un templo e igualmente si no lo exploramos, no lo cuidamos y no lo mantenemos es como si no hubiésemos aprovechado el regalo divino de vivir. Y es que en éste »inframundo» de la webcam todo se vale. En mí sala no me gusta juzgar a nadie, todos son bienvenidos con sus distintos fetiches y perversiones, porque en este espacio se puede estar sin máscaras y revelar quienes realmente somos e incluso jugar a ser alguien más.A lo largo de los años, me he dado cuenta que la sexualidad está principalmente en nuestro cerebro, es decir, que el cerebro piensa, imagina, el cuerpo procesa, traduce y expresa. En lo personal desde mis inicios como modelo recuerdo cómo al chatear con muchos usuarios sobre sus fantasías, experiencias o anécdota sexuales, mi cabeza imaginaba cada frase que iba leyendo. En mi mente yo era la protagonista o quizás la directora de una película en la que iba graficando escena tras escena junto a sus respectivos personajes, lo que desencadenaba en mí una gran satisfacción.

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No me importa si mis ojos me arden de leerlos mil veces, yo siempre quiero que me cuenten más y más, me siento realmente curiosa por lo que ellos quieren contarme, pues este juego de chatear sucio me hace sentir realmente excitada.  

También, me encanta llevar a mi sala los »role plays» o »juegos de roles». Jugar a ser alguien más, tal vez la estudiante perversa, la enfermera sexy, la profesora mandona o la amiguita loca, actuar como alguien más y meterme en los zapatos de ese personaje me pone muy caliente, lo disfruto mucho; desde vestirse como ella, hablar como ella, cada detalle alimenta la fantasía. Muchas veces el momento es tan placentero que realmente sientes una conexión con la otra persona que se encuentra al otro lado del computador. Siento que tal vez es porque el otro escribe eso que tu justamente quieres oír y te pone más feroz. Como modelo complementar con alguna acción esa fantasía y que ambos lleguemos al clímax, ¡uff! es lo máximo.

La mente es tan poderosa que sólo con imaginar, con desear, puedes trasformar una situación no tan cómoda en una deliciosa. No sé si les ha pasado como modelos que quizás no están en la mejor de las disposiciones para un show, sin embargo, como luchadora y con profesionalismo, en medio de la incomodidad, la pena o el miedo, te concentras y logras convertir ese momento en uno muy placentero y excitante para ti misma y por supuesto para tus fans. Y  es ahí cuando entra ese potencial del cerebro del que les hablo.  

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Para mí, este trabajo ha sido como una montaña rusa. He estado en las malas malísimas y en las buenas espectaculares. Hoy en día me siento muy agradecida porque gracias al modelaje webcam he podido proporcionar a mi familia y a mí una vida digna.

Ranita

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