Confesiones SIN CENSURA
Orgasmo con buena imaginación
Llegó en aquella noche, estaba lista para otro día más en cámara. Se presentaba ante mí una nueva oportunidad de brillar, de usar mi imaginación y llegar al clímax frente a ella.
Un tipper llamó mi atención. Pasamos un tiempo ameno, me dijo que le encantaba tippear, pasamos tiempo ameno, me agregó a sus redes sociales. ¡Era guapo, la verdad era demasiado guapo!
Empezó a estar cada vez más tiempo en mis transmisiones, de hecho, estaba todos los días en ellas y me encantaba verlo allí acompañándome. Bailaba para él, me sentía más segura y excitada porque sabía que él estaba allí.
Decidimos tener un encuentro privado, un cámara a cámara en el que solo estábamos los dos y dispuestos a sentirnos.
Su voz era un poco carrasposa, excitante y masculina. Era muy dominante, él mandaba y yo obedecía, lo que me llevó a sentir el orgasmo más placentero de mi vida gracias a la doble penetración que él me motivó a tener.
Creo que es la primera vez que disfruté tanto tener esos juguetes dentro de mí. Él se veía excitado solo al humedecer los juguetes con mi lengua. Era como si lamiera su pene, lo imaginaba, lo sentía y deseaba que fuera él, eso hizo que él mismo sintiese que yo estaba para él. Su voz me invitaba a tocarme y estimular cada parte de mi cuerpo. Mi imaginación volaba, lo quería sentir en cada parte de mí, lo imaginaba profundo y fuerte, quería sentirlo y mis juguetes me ayudarían a lograrlo.
Primero jugué con el Hitachi, lo puse en mi clítoris para sentir esa agradable sensación en mí, luego cuando lo veía a él más y más excitado comencé a usar un dildo, lo introduje con cuidado, mientras él gozaba verme sentir.
Caliente distancia
Mi querido dildo se va metiendo en su trasero apretado, comencé suave pero ahora lo quiero más fuerte. Lo meto todo en su culo para escuchar como grita y me pide que pare, pero ahora lo hago más fuerte. Lo tomo por el cabello y hago que se meta aún más, el grita y gime, le duele pero le gusta. Dejaré su culo muy adolorido para mi placer en cámara.
Pero él quería ir más allá, a estimular en mí las partes que no conocía, y me pidió que jugara con un dildo anal. Para mi fue tan asombroso hacerlo que gritaba y gemía a la par de que él se venía y logramos los dos experimentar el clímax, uno de los mejores que he sentido hasta hoy.
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Soffiee