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El día que tuve la oportunidad de tener sexo con mi ídolo

El día que tuve la oportunidad de tener sexo con mi ídolo

Confesiones SIN CENSURA

El día que tuve la oportunidad de tener sexo con mi ídolo

¡Hola! Suena algo impresionante y difícil de creer, pero todo lo que cuento aquí fue 100% real, no me arrepiento de nada y menos de haber tenido sexo con mi ídolo.

Todo comenzó a principios de este año 2021, específicamente en el mes de marzo cuando decidí embarcar e irme de Colombia a España por una oportunidad laboral que no pude desaprovechar.

Recuerdo que llevaba una semana en Barcelona, estaba viviendo con una amiga que estudió conmigo en el colegio y ella decidió invitarme a bailar un sábado, estaba recién llegada.

Conociendo a mi ídolo: 

Fue cerca de las 8 de la noche cuando decidimos ir a la discoteca-bar con el nombre de ‘Opium Barcelona’ que queda ubicada en La Ciutadella-Vila Olímpica.

Decidimos tomarnos unos tragos y conversar un poco, el ambiente de ese bar es increíble, mientras estaba hablando y bailando con mi amiga me di cuenta de las cosas tan inesperadas de la vida, el destino decidió darme la oportunidad de cruzarme con mi ídolo. Un actor famoso de 30 años, cabello castaño, piel trigueña, ojos cafés, con altura de 1.91 cm, corpulento, muy bien presentando. (No revelaré su nombre por respeto a su privacidad).

Tomada de Canva

No saben los nervios que me dieron al verlo entrar con sus guardaespaldas y amigos, se ubicó en una mesa VIP reservada para ellos, no podía creer que fuera real, entonces, decidí tomar esta oportunidad de conocerlo y pedirle una foto y autógrafo, pero no niego que me daba vergüenza acercarme a él.

A lo lejos observé que estaba tomando un whisky, empecé a notar que todas las personas de la discoteca se empezaban a acercar a él para pedirle una foto y en un momento de colapso por la alta cantidad de personas alrededor, él decidió escapar de la mesa sin compañía de sus guardaespaldas.

Lo hizo como manera de distraer a la gente y que no notaran su ausencia de aquella mesa. Siempre supe que, si no me arriesgaba a perseguirlo, jamás lo volvería a tener enfrente, así que le dije a mi amiga que iría al baño por un momento.

Él se dirigió a un pasillo donde había una puerta de color blanca y decidió abrirla, inmediatamente entró y cerró la puerta. Yo, sin entender nada decidí caminar tras él, fue el mejor momento de impulso que tuve y lo afortunada que fui, ya que en ese pasillo no había tanta aglomeración de personas alrededor. Abrí la puerta donde él estaba.

ídolo

Tomada de Canva

En ese preciso momento, me di cuenta que era el almacén donde guardaban el alcohol, cajas enormes de cerveza, vino, whisky, etc.

Me lo encontré de espaldas observando una de las cajas donde había botellas de vino y lo sorprendí con mi saludo lleno de vergüenza, no pude evitar los nervios por tenerlo de frente.

¡Dios! No sabía cuál era su reacción al verme, en un instante pensé que se iba a enojar conmigo que los mismos nervios hicieron que cerrara la puerta con llave sin decir una sola palabra.

Una verdadera locura en ese momento, porque no pude controlar mis nervios, el solo hecho de que me mirara fijamente a los ojos me hizo sentir manejable, sin saber qué hacer en ese instante.

Su reacción al ver que cerré la puerta fue tan callada, sin palabras y sin abstenerse.

Me dio la impresión de que estaba escapando de su realidad de estrés como celebridad, de tener que controlar su vida de famoso, de no tener el tiempo para relajarse y la oportunidad de escape se dio en esa discoteca.

Lo que jamás esperó fue que yo fuera tras él, como su fan. De la nada él comenzó a desahogarse conmigo, pero jamás me imaginé que lo hiciera de forma sexual.

El acercamiento íntimo 

Se acercó a mí y mis nervios se intensificaron más, el no dejar de tener contacto visual conmigo me hacía sentir dominada, se acercó más, mis piernas no dejaban de temblar y mis manos de sudar, sentí todo en cámara lenta, cómo se acercaba, cómo me miraba, cómo me tomaba de la cintura. Empecé a sentir cómo me besaba apasionadamente.

Me pegó a su cuerpo, les puedo decir que fue el mejor momento de éxtasis, donde todo se aceleró para los dos.

Me di la vuelta y me pegué a la puerta, sentí sus manos recorrer mis caderas mientras levantaba mi vestido, luego metió su mano en mis bragas.

sexo

Tomada de Canva

Fue el momento más confuso y placentero de mi vida, mi vagina estaba húmeda por sus besos. Estimuló mi clítoris y me hizo llegar al punto del termómetro de calor más alto.

Me di la vuelta y vi que su mirada se volvió tan posesiva, él quiso manejar más la situación y volverme sumisa, así que finalmente dejé los nervios de lado y le demostré que no podía controlarme.

Yo era la dueña de ese momento sexual al cual me había lanzado, mi momento donde podía demostrarle que conmigo no podía tener mejor encuentro y que jamás me olvidaría.

Mis manos comenzaron a tocar su pecho hasta llegar a su pantalón para desabrocharlo, saqué afuera su pene y comencé a lamer mi mano para lubricar y estimularlo, lo besé y me agaché lentamente hasta que mi lengua se envolvió en su pene.

Sus manos se dirigieron a mi cabeza y levantó mi cara para que yo lo mirara a sus ojos. Por mi parte, seguí acariciando su pene con mi lengua, su placer fue tan intenso que pude ver cómo sentía su orgasmo, me hacía sentir satisfacción de ver que estaba logrando dominarlo.

Tomada de Canva

Me sentó en una de las cajas grandes del almacén, sus manos comenzaron a acariciar mis piernas y entraron a mi vestido para bajar mis bragas.

Me penetró lentamente, la temperatura comenzó a subir y llegué al punto de mi excitación. Pude sentir que ese instante me hizo renacer de nuevo, sentí la adrenalina en mi interior de ser descubierta en ese almacén, hizo sentir que mis orgasmos fueran la mejor melodía de placer para él.

Mientras seguía sintiendo la elipsis del orgasmo, él me bajó las tirantas de mi vestido para descubrir mis senos y empecé a sentir como sus labios se envolvían en mis pezones y se ponían duros.

¡Ese hombre hizo sentir más intenso mi placer!

Mientras me chupaba los senos, mi vagina empezó a ponerse estrecha y deseé tanto que me penetrara más fuerte hasta sentir que mi termómetro se rompiera y sentir fuego ardiendo en mi interior, lo único que lo podía apagar en ese instante era su esperma dentro de mí.

El placer seguía creciendo más y más, entonces él subió mis piernas sobre la caja y las dobló en forma de “V” para poder agacharse y estimular mi clítoris con su lengua.

Tomada de Canva

La sensación de placer fue tan fuerte que intenté agarrarme a uno de los lazos que tenía agarradas las cajas. Sentí como su lengua me penetraba, me hacía pedirle que lo hiciera más y más, sin parar.

En toda mi vida no había sentido una sensación más fuerte de placer que la de ese instante, mis gemidos se hacían más intensos, no evitaba controlarlos.

Después me puso en posición de perrito, cubrió mis labios con su mano y nuevamente empezó a penetrarme. El deseo se hacía más intenso, se volvió una droga que no se podía dejar de consumir por más que quisiera dejarla.

De repente, mientras me penetraba, sentí algunas voces cerca, y tocaron la puerta del almacén.

No sabíamos qué hacer, los nervios nos invadían, él me abrazó de espaldas, cubrió mi boca con su mano para evitar que yo hablara y que él pudiera hablar sin llamar la atención:

– ¿Quién es?

– Señor, soy yo. (Uno de sus guardaespaldas) Estábamos buscándolo. ¿Se encuentra bien?

– Si, estoy bien. Denme un momento. Solo quiero estar solo.

-No se preocupe, entonces lo esperamos afuera.

-Ok.

Honestamente, sentí que después de lo que pasó se acabaría todo el placer sexual, el ver que sus guardaespaldas lo estaban esperando afuera del almacén, en mi cabeza, le puse fin a esta novela erótica escrita por mí. Me decepcioné horrible, todo era magnifico, el mejor sexo que estaba teniendo en mi vida no tendría final feliz, me hizo sentir que no pude ser suficiente, pero… Lo que menos esperaba en ese instante, es que continuara la historia.

Así es, se supone que debería tener un final malo, pero de repente con su mano en mi boca, callándome, me apoyó sobre la caja y me penetró sin aviso, más fuerte, como lo estaba deseando en mi cabeza, con más intensidad, tratando de gemir hasta que me escuchara toda la discoteca, hasta los guardaespaldas, sentí como su pene se humedecía y se deslizaba por mi vagina sin parar.

Sentí la presión de ser descubiertos, de que yo estaría en la revista de chismes, se me pasaron un sinfín de historias mientras él continuaba penetrándome.

Seguía cubriendo mi boca con su mano y cada vez aceleraba más y más la intensidad de penetrarme. Decidí voltear mi cabeza hacia atrás para ver su excitación dibujada en el rostro, excitarme con su mirada, excitarme con el hecho de tomar su otra mano para que estimulara mi clítoris, cada vez más intenso, sentir que estaba cerca, que ya no podía controlar venirme en él, mi excitación se hacía cada vez más fuerte, cuando de repente, sentí como me vine en fuente sobre su pene,

así es ¡Un squirt inesperado, el primer squirt que hice en mi vida!

No pude controlarlo, mi placer no daba espera y sentí como se venía dentro de mí, su esperma caliente hizo más pegajosa mi vagina, jamás podré olvidar su cara cuando vio cómo me había hecho venir, literal me hubiera encantado grabar ese momento.

Después de terminar, me escondí en una de las cajas del almacén para dejar que él saliera primero sin llamar la atención de nadie, especialmente la de sus guardaespaldas.

Es increíble que después de tener sexo, quedamos como al inicio, siendo un par de desconocidos, pero con el placer de mujer de haber compartido con mi ídolo. Esta historia jamás se me va a olvidar.

¡La vida trae muchas sorpresas y jamás hay que cerrarse de no tenerlas, hoy fui yo mañana puedes ser tú!

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