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Pasión en una noche loca

Confesiones SIN CENSURA

Pasión en una noche loca

Yo era cajera en un supermercado. Estábamos en una fiesta del trabajo. De repente un compañero que trabajaba dentro de la misma empresa comenzó a hablarme.

Yo no me considero fea, pero él era muy guapo. Coqueteábamos, era un juego inocente, pero con pinta de que a ambos nos gustaba lo que pasaba. Las copas de la noche fomentaban la sensación ideal para invitarlo a hacer otras cosas.

Él se acercaba cada tanto a mí a decirme cosas al oído, pues la música en el lugar estaba al máximo. En uno de esos acercamientos le dije al oído que quería conocerlo un poco más, que fuéramos a un lugar a conocernos íntimamente. Y así fue.

Fuimos a una terraza donde ya podíamos hablar un poco más fluido, el tiempo allí duró poco, pues luego de los besos y copas, estábamos preparados para el sexo y el baño era el lugar idóneo.

En ese baño comenzaron los besos, él me tocaba por encima de la ropa y yo también lo tocaba. Ambos queríamos acariciarno. Él comenzó a meter su mano y guiarla a mi vagina mientras me seguía besando lentamente. Eso dio el paso perfecto para que se abriera un placentero y inexplorado mundo del sexo y juegos. La adrenalina era parte del momento, sabíamos que nuestros jefes podrían encontrarnos en plena acción y eso nos excitaba demasiado.

Era tan rico todo aquel momento, él empujaba sus dedos dentro de mí y yo me mojaba. Le desabroché su pantalón y lo bajé tanto como pude junto a su ropa interior, me volteé y dejé que me penetrase tanto como pudiera para venirnos al mismo tiempo.

Después de todo ese rato de placer, besos, gemidos y orgasmos decidimos mantener esos encuentros furtivos pero deliciosos.

Fueron meses de experimentar y hacerlo en el trabajo, el carro, clubes, su casa, y cómo olvidar el día en su casa. Recuerdo que apenas toqué a su puerta y él abrió. Ese día el deseo nos consumió y automáticamente nos empezamos a besar. Me tocaba el cuerpo de tal manera que cuando puso su mano en mi vagina ya estaba húmeda, luego me hizo un oral y me vine en su boca. Nunca había sentido un orgasmo igual.

En fin, todo estaba bien entre nosotros hasta que se fue de la ciudad y no lo volví ver. Pero siempre recordaré nuestras miradas calentonas en el trabajo, esos mensajes eróticos con nuevas ideas para hacerlo en un nuevo lugar, y ese video de él que llevo conmigo en mi teléfono y pensamientos.

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Stormicute_

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