Consejos
Como modelo ¿Es válido encariñarse con un tipper?
Cualquier trabajo que se refiera a crear una relación íntima con una persona puede llegar a ser emocional y estimulante, pero también dolorosa depende del límite al que se llegue. Que una modelo webcam o cualquier trabajadora sexual que tenga cercanía con sus clientes, puede traspasar fácilmente la relación laboral a una sentimental.
Esto ocurre cuando nos encontramos con ese tipper especial que, más allá de la cantidad de tokens que nos dé, nos llama la atención, es especial y nos despierta la intriga de conocerlo a profundidad. Estos lazos íntimos pueden ser gratificantes, pero también complicados depende a qué nivel se lleve.
Para una camgirl, llegar a un nivel de confianza con sus fans, es tranquilidad, hace que una transmisión tenga harmonía, fluye tranquilamente y sin imprevistos. Pero… ¿Qué ocurre cuando te enamoras de un tipper?
Muchos recomiendan que, cuando esa línea que los separa de ser una modelo y un tipper se disuelve, lo mejor es decir adiós, por que las consecuencias pueden ser dolorosas a futuro. Está bien hacer amigos, es divertido, pero llevarlo a un nivel más personal debe hacerse con cuidado para evitar dificultades y finalmente la pérdida de un buen usuario.
Claro que todo va bien porque ese amigo sigue dando tokens, pero las cosas pueden cambiar si lo deja de hacer, no porque no le guste más estar con esa modelo, solo que esta en otro nivel y buscar algo más que solo tippear en un show. Hubo un caso similar con una modelo que conoció a un chico con el que automáticamente hicieron conexión y todo estuvo bien, hasta que el desapareció por completo.
“Estaba transmitiendo en un público cuando conocí a un chico. Luego de varios tokens, me invitó a un privado, le dije que sí y nos fuimos a un cam2cam. Su ángulo de la cámara no era el más favorable, pero podía notar su pene que indudablemente reflejaba lo excitado que estaba.
Cuando terminó la sesión, me envió un mensaje para agradecerme, compró uno de mis videos y se fue. Al día siguiente hablamos y así estuvimos por un largo tiempo en el que nuestra relación se fue fortaleciendo. Conversábamos de cualquier cosa, sobre nuestros gustos, hobbies y metas a futuro.
Interactuar con mis fans es parte del trabajo y siempre lo he sentido así, pero hablar con este chico era distinto, estaba completamente enamorada. Según su perfil de Twitter, vivía en otro condado, tenía un hijo y una relación seria, por lo que las posibilidades se vernos en persona eran escasas. Aun así, era feliz conversando con él, era especial, tanto así que llegué a pensar que podría ser mucho más que alguien que pagó por mis nudes.
Luego de unas semanas, nuestras conversaciones se volvieron cortas, no hablábamos mucho. De vez en cuando aparecía en mi sala de chat para decirme que me extrañaba, que le hacía falta decirme que era su chica favorita.
Dejé de perseguirlo luego de varios mensajes sin respuesta, fue una desaparición lenta y dolorosa. Estaba avergonzada de haberme enamorado de un tipper, cuando se suponía que no debía hacer, esto es mi trabajo.
Luego me di cuenta que quería que me pagara y también gustarle. Sus conversaciones me hicieron sonrojar, incluso llamadas que terminaban en orgasmos. Aunque ahora que lo pienso mejor, extraño más su dinero.
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