Modelos
Mitos y realidades de ser una modelo webcam
Internet nos dio el trabajo que nos permite ser nuestros propios jefes, pagar cuentas y explotar nuestra sexualidad. Sin embargo, las personas a menudo tienen conceptos erróneos sobre lo que hacemos como modelos webcam y las habilidades obtenidas gracias a este oficio.
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Tal vez te sientas reflejada en algunos de estas suposiciones comunes.
Mitos:
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El modelaje webcam es dinero fácil y rápido:
¡No! Trabajar en webcam implica una apuesta. Algunos días serán mejores que otros, porque el trabajo depende de lo que los usuarios estén dispuestos a pagar. Para eso, primero debes darte a conocer, ganar la confianza de los usuarios, crear relaciones que perduren y eso, toma tiempo.
Mientras tanto, una modelo puede sentirse frustrada por no generar el dinero que requiere para comprar nuevos accesorios, pagar la renta, tener outfits para conectarse o herramientas de calidad.
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Solo se trata de sexo:
Es quizás el más típico de los mitos. Un show depende de varios factores como interacción, arte, erotismo, entretenimiento y un componente sexual. Si una modelo no quiere fracasar, deberá usar más que la sexualidad para ganarse a los usuarios.
Es probable que una modelo que solo se dedique al sexo se desgaste en el primer mes y los usuarios hayan visto todo lo que necesitaban y no desearán volver.
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Lo que hacemos no es un “trabajo de verdad”:
Una modelo puede fácilmente pasar 6 horas de su día transmitiendo y el restante planeando los siguientes shows o creando campañas y actividades que le permitan aumentar sus ganancias y el interés de sus posibles tippers.
El trabajo como modelo es tan válido como cualquier otro e implica sacrificio, organización y creación de contenidos. No se trata solo de encender una cámara.
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Las modelos somos expertas en sexo:
¿Les ha pasado que dicen que son modelos e inmediatamente son una “Gurús” del sexo? Las modelos podemos estar en cámara y conocer nuestros propios cuerpos, la marca lubricante que durará toda la transmisión y el juguete más atractivo.
Esto no quiere decir que sabemos lo que otras personas pueden sentir, mucho menos en situaciones de pareja.
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Que implica explotación:
No me malinterpreten, pero se tiende a generalizar que el entretenimiento adulto implica explotación. Si bien hay personas malas (como en toda industria), también te puedes encontrar con grandes usuarios, amabilidad y apoyo. Hay amistad entre modelos y hay amistad con usuarios.
Realidades:
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Trabajar como modelo implica ser tu jefe:
Esto supone que tengas que esforzarte aún más en crear contenidos atractivos en redes sociales o en canales de venta de videos, hacer shows interesantes, generar empatía con los usuarios, desarrollar estrategias para promocionarte. Si no lo haces, las ganancias sencillamente no llegan o serán pobres.
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Aprendemos a leer a las personas:
Podemos saber cuando un usuario está quebrado, no tiene tokens o quiere shows gratis. Eso se hace muy fácil después de un tiempo, incluso si algunos fingen que “ya van a pagar” o prometan que lo harán la «próxima vez».
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Las personas que pagan los shows no son horribles:
Esas mismas personas que estigmatizan nuestro trabajo, generalmente son las mismas que estigmatizan a las personas que nos ven. Lo cierto es que un tipper generalmente va a querer algo más que entretenimiento erótico. Muchas veces se sienten solos y necesitan a alguien con quien hablar.
Quizás antes de ser modelo no lo entendía tanto como ahora.
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Algunos fetiches no son tan raros:
Sí, encontramos fetiches dentro de los rooms. Pero a menudo son menos raros de lo que parece y algunas están limitadas por lo que estamos dispuestas a hacer o no.
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Nosotras tenemos el control:
Una modelo en su room debe tener siempre el control de lo que ocurre. Cuando no se está cómoda con alguna situación siempre puede decir que no, bloquear un usuario o apagar su cámara. No importa cuan dominante quiera ser un usuario.
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La industria tiene diversidad:
No importa la página webcam que mires. El común denominador es que en todas encontrarás camgirls que cobran más, otras que cobran menos, las que se atreven a cumplir ciertos fetiches y las que no.
Así como hay diversidad de géneros, también hay diversidad de gustos tanto de los usuarios como de las modelos. Razón por la que te doy este consejo: ¡No te compares!
