Una periodista descubrió que quizás ser modelo webcam es mejor

Una periodista, realizando una investigación periodística sobre el modelaje webcam colombiano, nos cuenta sobre sus pensamientos y reflexiones sobre esta labor que, a su parecer, es natural y hermosa. Su carta:

Desobediente, soñadora, libre  y  apasionada. Esos son algunos de los adjetivos que utilizo a diario para  autodefinirme. Desde hace algún tiempo para acá, he pensado que algunas mujeres no vinimos al mundo para seguir los estereotipos que este sistema nos ha impuesto, pues no todas nacemos con el sueño de tener ese estilo de vida tradicional: casarnos vestidas de blanco, tener uno o dos hijos, una linda casa en nuestra ciudad natal, entre otros. Existimos las mujeres que nos gusta pensar diferente, ser atrevidas y arriesgarnos a darle otro rumbo a nuestras vidas, lo cual no es razón para que otros se atrevan a juzgarnos sin haber estado en nuestros zapatos.

Hace un par de meses desconocía por completo el fenómeno del “modelaje webcam” y, por cosas del destino, comencé a trabajar para la misma desempeñando una labor periodística. Desde el principio, esta oportunidad de empleo me atrapó. Me encontraba en una etapa de mi vida bastante monótona, sin mucho más que hacer que expresarme en la cotidianidad, por lo que realmente al haber hecho contacto con el que sería mi futuro trabajo, ya mis ojos brillaban de esa forma tan bonita que lo hacen los ojos de la persona con curiosidad sincera, de la cual me encontraba llena, dispuesta a descubrir qué tan cierto podía ser la existencia de trabajos de este tipo, sus implicaciones, quiénes lo ejercían o cuál era el sistema. A medida que conocía más sobre este mundo, mis responsabilidades crecían a pasos agigantados y por mi parte, iba como si fuese una esponja, empapándome de cosas nuevas e informándome de todo lo que presenta ser una modelo webcam.

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Lo que más he disfrutado en esta oportunidad de trabajo ha sido poder estar en contacto directo con las modelos. Cada una ellas tiene una esencia cautivadora atada a su personalidad, que hacen de las entrevistas unas pláticas super agradables y fluídas, casi como si las conociera desde hace años. Lo poco que me dejan saber de sus vidas personales fuera del trabajo en la web, me hace saber que son chicas como yo, con sueños y metas que solo buscan ser independientes al mismo tiempo que van cumpliendo cada una de las metas que se proponen. Luego de varias entrevistas, al día siguiente me he despertado haciéndome la misma pregunta: “¿Cómo sería yo si fuera una modelo webcam?” A veces suelo quedarme tendida en mi cama imaginando situaciones, he llegado a pensar por lo mismo que sería buena; otras veces lo que quisiera hacer para experimentar y descubrir en mi misma la respuesta.

De ellas sigo aprendiendo que ser sexy y sentirse deseada no es un pecado para nosotras las mujeres, hablar de sexo abiertamente y aprender a disfrutarlo tampoco nos hace ser unas banales. Por lo mismo, no descartaría la posibilidad de ser modelo webcam en algún futuro, incluso uno no muy lejano. No sería algo que quisiera hacer por el resto de mi vida pero, al menos si tendría el coraje como para aventurarme a explorarme y saber cuánta sensualidad habita en mi.